Las fuerzas del Ejército y los comités populares yemeníes han destruido un buque de guerra y 331 vehículos blindados, además de matar y herir a más de 1300 mercenarios de la coalición encabezada por Arabia Saudí durante las tres semanas de escalada en la costa occidental, según las estadísticas publicadas el domingo por la cadena de televisión local Al Masirah.
La fuente señaló que esta estadística ha sido registrada a lo largo de los 23 días desde el discurso realizado el 27 de mayo por el líder del movimiento popular yemení Ansarolá, Abdulmalik al-Houthi —en que pidió una guerra de desgaste contra el enemigo en la costa occidental— hasta el pasado miércoles, 20 de junio.
Según el informe, las fuerzas del Ejército y los comités populares durante estos 23 días destruyeron 296 vehículos militares y del transporte de personal de diferentes tipos, así como se han apoderado de un número de 25 rodados de igual porte.
Asimismo, explicó que una gran cantidad de equipos destruidos por la Fuerza Aérea y los misiles balísticos no se incluyeron en las estadísticas.
De acuerdo con Al Masirah, también 1323 hombres armados murieron o resultaron heridos durante este mismo período, pese a que no fueron incluidos en la estadística un gran número de bajas y heridos que dejaron los ataques con drones y de misiles balísticos lanzados por Ansarolá contra los invasores.
Arabia Saudí y sus aliados regionales iniciaron el pasado 13 de junio una ofensiva a gran escala para hacerse con el control de la ciudad portuaria de Al-Hudayda (oeste de Yemen), provocando la ira y la condena de muchos países y organizaciones pro derechos humanos que alertan del riesgo que esta operación supone para la vida de millones de yemeníes.
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la ofensiva podría acabar con la vida de hasta 250 000 yemeníes, y arriesgaría la vida de 11 millones de niños.
Con esta ofensiva, Riad, junto con varias otras naciones árabes, intensificaron de hecho su campaña militar contra Yemen lanzada en marzo de 2015 con el objetivo de restaurar en el poder al expresidente fugitivo yemení, Abdu Rabu Mansur Hadi.
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