El avión que transportaba a los representantes de las facciones políticas de Yemen, incluidos los representantes del movimiento popular de Ansarolá, rumbo a la ciudad suiza de Ginebra, no llegó a tiempo a su destino debido a la negativa de Egipto a concederle permiso para entrar en su espacio aéreo.
De este modo, las delegaciones que abandonaron la capital yemení, Saná, el domingo por la tarde, tuvieron una larga escala forzada en Yibuti.
Según los informes, la decisión de las autoridades egipcias se debió a la presión de Arabia saudí.

El destituido Gobierno yemení y las fuerzas revolucionarias inician este lunes en Ginebra una ronda de conversaciones mediadas por la ONU en cuya inauguración participará el secretario general de la organización, Ban Ki-moon.
A su vez, el portavoz de la ONU, Ahmad Fawzi, urgió el domingo a todas las partes implicadas en el conflicto de Yemen a concertar una pausa humanitaria.
Las fuentes han confirmado que el prófugo expresidente de Yemen, Abdu Rabu Mansur Hadi, asistirá también a la reunión.
Las conversaciones convocadas por el enviado especial de la ONU para Yemen, Ismail Ould Sheij Ahmad, tienen como objetivo conseguir un alto el fuego, y acelerar la entrega de ayuda humanitaria a la población yemení.
El enviado de la ONU dijo que las conversaciones serán el comienzo de “consultas preliminares” para encontrar una solución al conflicto que se ha cobrado más de 2 500 vidas y provocado una crisis humanitaria en el país árabe.
En un comunicado emitido a principios de julio, la ONU instó a las partes yemeníes “a participar en estas consultas de buena fe y sin condiciones previas, centrándose únicamente en los intereses del pueblo de Yemen”.
Sin embargo, la reunión, que estaba prevista inicialmente para el 28 de mayo se retrasó después de que Hadi se negó a asistir.
Las conversaciones de paz mediadas por la ONU se celebran mientras Arabia Saudí continúa su agresión militar contra el pueblo yemení.

El pasado 26 de marzo, Arabia Saudí comenzó una ofensiva aérea contra Yemen con la luz verde de EE.UU., en un intento por restaurar en el poder a Hadi, un fiel aliado de Riad.
De acuerdo con las estimaciones, unas 4 000 personas han perdido la vida y unas 6 900 han resultado heridas durante la campaña militar saudí. Y según las Naciones Unidas más del 80 por ciento de los yemeníes necesita urgentemente asistencia humanitaria.
En respuesta a los ataques saudíes, las fuerzas populares yemeníes han llevado a cabo ataques contra la parte sureña del territorio saudí, y se han hecho con el control de varias zonas y causado bajas mortales entre las fuerzas de seguridad saudíes estacionadas en la zona.
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