“Países de la Unión Europea deben recuperar etiqueta y ética diplomática en sus relaciones con el Gobierno constitucional de Venezuela, presidido por el Pdte. Nicolás Maduro”, censuró el miércoles Rodríguez en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter.
Rodríguez acompañó el tuit con un comunicado emitido la misma jornada por la Cancillería de Venezuela en el que se declaraba persona non grata al embajador de Alemania ante el país bolivariano, Daniel Martín Kriener, y se le daba 48 horas para abandonar suelo venezolano.
La medida se adoptó ante los recurrentes actos de injerencia en los asuntos internos de Venezuela por Kriener, quien se presentó el lunes en el aeropuerto internacional de Maiquetía, en Caracas (capital venezolana), para recibir al líder golpista Juan Guaidó, jefe de la Asamblea Nacional (AN), en desacato desde 2016, a su arribo a ese punto aéreo, tras una gira que realizó a varios países de la región de manera “ilegal”, violando una prohibición judicial de salida del país.
“¡El respeto a la Carta de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el Derecho Internacional es esencial en la comunidad internacional!”, subrayó Rodríguez en rechazo a la postura injerencista del embajador alemán.
La vocera de la Diplomacia europea, Maja Kocijancic, ha lamentado este jueves la decisión del Gobierno venezolano de expulsar a Kriener y ha dicho que el bloque comunitario espera que Caracas la “reconsidere”.
Países de la Unión Europea (UE) deben recuperar etiqueta y ética diplomática en sus relaciones con el Gobierno constitucional de Venezuela, presidido por el Pdte. Nicolás Maduro”, censuró la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez.
Tras la escalada de tensiones en Caracas por la autoproclamación como presidente interino de Venezuela de Guaidó el 23 de enero pasado, el Gobierno venezolano ha denunciado ser blanco de un plan golpista dirigido por Estados Unidos, que para lograr su meta ha estado ejerciendo presión a otros países para que sigan sus pasos amenazantes y golpistas contra la República Bolivariana.
Venezuela traduce además el alineamiento de algunos países europeos con el conato golpista de Washington como un intento de Europa para restaurar su colonialismo en América Latina que, según advierte Caracas, no se limitará al Gobierno venezolano, sino que también incluirá a Nicaragua, Cuba, Bolivia y otros países de la región.
En un intento para restablecer la estabilidad política en Venezuela, el presidente Maduro ha llamado en reiteradas ocasiones al diálogo a los dirigentes opositores, que se han negado y siguen insistiendo en su agenda de más sanciones estadounidenses y europeas contra la nación venezolana.
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