Mediante un comunicado oficial, la Cancillería venezolana se pronunció contra las medidas represivas de Washington que sancionan a las autoridades nicaragüenses por su presunta participación en abusos de los derechos humanos.
“Estas sanciones coercitivas unilaterales tienen como propósito afectar la estabilidad del hermano pueblo nicaragüense y su gobierno constitucional”, refiere el texto emitido, el miércoles, por el ente diplomático que dirige Jorge Arreaza.
La nota hace referencia a los escenarios de violencia política y de distorsión económica para favorecer un cambio de gobierno en la “patria de Sandino”, violando principios fundamentales establecidos en la Carta de las Naciones Unidas.
Estas sanciones coercitivas unilaterales tienen como propósito afectar la estabilidad del hermano pueblo nicaragüense y su gobierno constitucional”, refiere el texto emitido por la Cancillería de Venezuela en rechazo a las sanciones impuestas por EE.UU. contra Nicaragua.
A través de la nota, la República Bolivariana expresó, además, su apoyo y solidaridad con el Ejecutivo del vecino país, en particular con el presidente Daniel Ortega, su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, y el asesor de Seguridad Nacional, Néstor Moncada Lau.
“Cualquiera sea la dificultad, el riesgo o la circunstancia de lucha, cuente Nicaragua con el compromiso irreductible y sin condiciones del pueblo de Bolívar”, concluye el texto.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, firmó el martes una orden ejecutiva para sancionar a Murillo y Moncada Lau por supuestos abusos a los derechos humanos que suponen “una amenaza contra la seguridad nacional” para la nación norteña, calificación empleada durante la gestión del expresidente estadounidense Barack Obama para considerar a Venezuela.
Las nuevas sanciones contra los funcionarios nicaragüenses bloquean todos sus bienes y activos bajo jurisdicción de Estados Unidos, e impiden a personas y entidades del país norteño entablar negocios con ellos.
Estas medidas restrictivas estadounidenses se anuncian después de haber transcurrido casi siete meses del inicio de la crisis en Nicaragua, donde el Gobierno de Ortega, que se esfuerza por llegar a la reconciliación e instaurar la paz en el país, denuncia que las manifestaciones tienen como objetivo sacarlo del poder con la ayuda de Estados Unidos.
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