A través de un comunicado, la Cancillería venezolana ha avisado a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que no participará en el procedimiento solicitado por Guyana sobre la disputa fronteriza por la región del Esequibo.
“La representación de Venezuela ha comunicado al presidente de la corte, mediante misiva suscrita por el presidente de la República, Nicolás Maduro Moros, su decisión soberana de no participar en el procedimiento que pretende incoar Guyana, por carecer la Corte manifiestamente de jurisdicción sobre una acción planteada unilateralmente por el país vecino, que no cuenta con el consentimiento de Venezuela”, reza el mensaje.
No obstante, el Gobierno de Caracas ha insistido en mantener su postura de solución amistosa y satisfactoria con la República Cooperativa de Guyana, conforme al Acuerdo de Ginebra.
La representación de Venezuela ha comunicado al presidente de la corte, mediante misiva suscrita por el presidente de la República, Nicolás Maduro Moros, su decisión soberana de no participar en el procedimiento que pretende incoar Guyana, por carecer la Corte manifiestamente de jurisdicción sobre una acción planteada unilateralmente por el país vecino, que no cuenta con el consentimiento de Venezuela”, reza el comunicado de la Cancillería de Venezuela.
La CIJ de la Haya aceptó el pasado 30 de marzo, la solicitud del Gobierno de Guyana sobre “la validez legal y el efecto vinculante del laudo arbitral de 1899”, por el cual Estados Unidos (en representación de Venezuela) por una parte, y el Reino Unido (como propietario de la colonia de Guyana), acordaron someter a arbitraje internacional la disputa sobre la frontera.
Guyana ha advertido en reiteradas ocasiones a Venezuela que tendrá que aceptar el veredicto de la CIJ o deberá atenerse a la sanciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Empero, Venezuela urge la necesidad de “restablecer” los contactos entre ambas naciones y considera “inaceptable” recurrir a un “arreglo judicial” en la CIJ para resolver la disputa fronteriza.
Esequibo es un territorio de 159 500 kilómetros cuadrados, equivalente a dos tercios de la superficie de Guyana, que cuenta con importantes recursos naturales.
Aunque en 1966 se firmó el Acuerdo de Ginebra, según el cual, la zona es controlada por Guyana, Venezuela seguía disputando su soberanía. La tensión escaló después de que en 2015 la petrolera estadounidense Exxon descubriera un importante yacimiento en la parte marítima del territorio reclamado.
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