“El asesinato de Khashoggi en el consulado general de Arabia Saudí en Estambul es un delito que no se puede ignorar. Por las grabaciones de audio nos enteramos de que algunas personas del círculo más cercano del príncipe heredero desempeñaron un papel activo en la ejecución de este crimen”, ha indicado el mandatario turco, Recep Tayyip Erdogan.
En un discurso dirigido a la Organización de la Cooperación Islámica (OCI), pronunciado este vienes en la ciudad turca de Estambul, Erdogan ha destacado que las instrucciones dadas a los autores del asesinato del periodista saudí “fueron manejadas profesionalmente” desde la monarquía de Al Saud.
Khashoggi, prominente columnista del diario estadounidense The Washington Post y muy crítico en los últimos tiempos con los Al Saud, despareció el pasado 2 de octubre en el consulado saudí de Estambul cuando acudió a la misión diplomática para obtener la documentación necesaria para contraer nuevas nupcias.
Tras la desaparición bajo misteriosas circunstancias, autoridades de la Inteligencia turca divulgaron una serie de pruebas y grabaciones de audio que demostraban que el activista fue asesinado y descuartizado por 15 agentes saudíes, algunos de los cuales son personas cercanas al príncipe heredero saudí.
Por las grabaciones de audio nos enteramos de que algunas personas del círculo más cercano del príncipe heredero (saudí, Muhamad bin Salman Al Saud) desempeñaron un papel activo en la ejecución de este crimen”, ha indicado el mandatario turco, Recep Tayyip Erdogan.
Según el jefe de Estado turco, en las grabaciones que recogen el asesinato se escucha una voz que dice saber cómo hay que cortar, por lo que esta puede pertenecer a un perito judicial o a un militar de alto nivel.
Erdogan ha denunciado, además, que autoridades saudíes y el propio Bin Salman trataron de negar el asesinato. “Esas personas piensan que el mundo es tonto, pero las personas no son tontas y les harán responder por lo ocurrido”, ha agregado.
Ante la creciente presión internacional, Riad admitió primero que Khashoggi había fallecido en “una pelea” dentro del consulado; luego, que fue víctima de “una operación no autorizada”; y, finalmente, reconoció que el columnista fue drogado y descuartizado, aunque intentó eximir de toda responsabilidad a Bin Salman.
The Washington Post reveló el pasado 16 de noviembre que las investigaciones de la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA, por sus siglas en inglés) sobre el asesinato de Khashoggi apuntan a que la orden de matar al columnista fue dada por el propio Bin Salman.
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