Los miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos abogaron por la defensa de la soberanía regional, frente a la injerencia y amenazas de dominación de Estados Unidos.
Durante el encuentro, varias de las intervenciones giraron en torno a los permanentes intentos de agresión promovidos por el gobierno estadounidense y sus satélites contra los proyectos emancipatorios en la región. En tal sentido, el canciller de Venezuela advirtió sobre el auge de expresiones extremistas y neofascistas, puestas al servicio de los intereses intervencionistas de Washington.
Al intervenir en la reunión del Consejo Político del ALBA-TCP, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, condenó la política hostil de Estados Unidos contra varios países del bloque, en particular Venezuela, Nicaragua y Cuba, mediante la promoción de planes desestabilizadores y medidas coercitivas. Denunció el intento de imponer decisiones políticas que responden intereses imperialistas, y los permanentes ataques contra la voluntad soberana de los pueblos de la región.
Los países del ALBA-TCP abordaron además las amenazas a la paz y estabilidad de la región, traducida en los intentos de golpes de Estado contra varios países del área, así como los planes para la instalación de bases militares extranjeras en naciones latinoamericanas y caribeñas. Ante este escenario, los miembros del bloque ratificaron la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz.
La Declaración final del Consejo Político del ALBA-TCP subrayó además el repudio a la Guerra genocida del régimen israelí en la Franja de Gaza, al tiempo que exigió el cese inmediato de la ocupación ilegal de los territorios palestinos por parte de la entidad sionista.
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