Los cuerpos han sido avistados por el Buque Sorolla, que zarpó de Melilla y alertó a las autoridades españolas y marroquíes, que activaron sus equipos de salvamento en la zona.
Debido a “las corrientes y al estado del mar” los equipos de salvamento rastrearon una amplia zona en un “dispositivo que se alarga hasta entrada la noche”, conforme ha explicado una portavoz de la Delegación del Gobierno. Los cadáveres han sido llevados a Marruecos porque se trataba de aguas territoriales marroquíes.
España se consolidó el año pasado como la tercera vía de entrada de migrantes clandestinos por mar en Europa, sobre todo a través del mar Mediterráneo, en precarias embarcaciones. Dichas llegadas casi se triplicaron a 21.663, de acuerdo con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que registró, en 2017, 223 muertes.
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