Múltiples explosiones estremecieron el domingo la base militar estadounidense Jarab al-Jir, ubicada en la provincia rica en petróleo de Al-Hasaka, en el noreste de Siria, según informó la cadena libanesa Al Mayadeen.
La instalación militar es considerada uno de los sitios más importantes, donde aterrizan aviones de carga que transportan equipo militar y logístico pertenecientes a la llamada coalición internacional, liderada por Estados Unidos.
Ningún grupo reivindicó inmediatamente el ataque, tampoco hubo informes sobre posibles víctimas o el alcance de los daños en la base.
La Resistencia Islámica de Irak, un colectivo que reúne a grupos antiterroristas y antimperialistas, ha llevado a cabo decenas de ataques contra las instalaciones militares dirigidas por Estados Unidos tanto en Irak como en Siria en medio de un creciente sentimiento antiestadounidense en la región por el apoyo de Washington al genocidio en curso de Israel en Gaza.
El ataque del domingo se produjo poco después de que las fuerzas estadounidenses llevaran a cabo un asalto aéreo sobre la aldea de Shanina, en la provincia de Al-Raqa, en el norte de Siria, matando a cuatro ganaderos sirios e hiriendo a una mujer.
Estados Unidos realiza regularmente ataques aéreos en Siria con el pretexto de luchar contra el terrorismo.
El Gobierno sirio ha presentado quejas formales ante las Naciones Unidas, pidiendo al organismo mundial que ponga fin a los ataques aéreos estadounidenses y a su presencia militar ilegal en el país árabe.
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