Turquía toca los tambores de guerra en el noreste de Siria con el envío de grandes refuerzos militares a la frontera con el país árabe, amenazando con una nueva agresión contra las llamadas Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), vinculadas con EE.UU. Los turcos aprovechan el incremento del rechazo popular en Siria a las prácticas de estas milicias kurdas y su amo.
Ante esta escalada provocativa, los ciudadanos sirios en el campo de la provincia de Al-Hasaka (noreste) salieron a las calles en protesta a las incesantes agresiones turcas y los intentos de Ankara de provocar un nuevo cambio demográfico en esta región, en una repetición de lo que ocurrió en otras zonas de Siria.
La nueva movilización turca coincide con el envío de nuevos refuerzos militares estadounidenses al noreste de Siria tras el inicio de la retirada norteamericana de algunas bases de Irak en una competencia destinada a saquear los recursos de esta zona.
Los observadores estiman que Turquía está preocupada por un posible rol político de los kurdos en el futuro de Siria, especialmente con el último acercamiento ruso-kurdo y los intentos de Moscú para provocar un cambio en la postura kurda.
Bashar Barazi, Damasco.
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