Según reportó el portal de aviación ruso Avia.Pro, la aviación militar rusa envió el martes a varios de sus cazas de combate Su-35 para interceptar un bombardero F-16 de la Fuerza Aérea turca que se disponía a atacar una posición de las milicias kurdas en la ciudad septentrional siria de Manbij, cerca de frontera con Turquía.
“El intento de la Fuerza Aérea de Turquía de atacar la sede de las Fuerzas Democrática Sirias (FDS) en Manbij resultó ser un fracaso total para los aviadores del F-16. La razón fue la aparición de cazas rusos Su-35 que interceptaron la aeronave turca y evitaron que completara su misión”, señaló el mismo medio ruso, que cita a fuentes sobre el terreno.
Avia.Pro agregó que, por el momento, queda por esclarecer si el caza turco se mantenía en el espacio aéreo sirio o volaba dentro del territorio turco.
Sin embargo, el incidente “puso de relieve que los aviones rusos están listos para confrontar a Turquía, que no tiene solo la intención de agredir el territorio de la República Árabe (Siria), sino de ocuparlo”, remarcó la misma fuente.
El intento de la Fuerza Aérea de Turquía de atacar la sede de las Fuerzas Democrática Sirias (FDS) en Manbij resultó ser un fracaso total para los aviadores del F-16. La razón fue la aparición de cazas rusos Su-35 que interceptaron la aeronave turca y evitaron que completara su misión”, señaló el medio ruso Avia.pro.
El pasado 9 de octubre, Turquía dio inicio a una operación en el noreste de Siria días después de que el presidente de EE.UU., Donald Trump, ordenara la retirada de sus tropas del norte de Siria: una decisión que se interpretó como la luz verde de Washington para que Turquía atacara a los kurdos.
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Ante la “traición” y la “puñalada por la espalda” de Washington a los kurdos, después de que ambos se consideraban “aliados estratégicos”, los kurdos pidieron ayuda a Damasco, de modo que el Ejército sirio se desplazó a las fronteras norte del país para hacer frente a la agresión de Ankara.
El martes, el Ejército sirio se hizo con el control de la ciudad alepina de Manbij, de mayoría kurda, Tal Tamer, Tabqa y Ain Isa, ubicadas en el norte del país, cerca de la frontera turca, impidiendo que el Ejército de Ankara y sus aliados rebeldes progresen en sus políticas expansionistas.
Ayer martes, el enviado especial del presidente ruso para Siria, Alexandr Lavréntiev, anunció que Moscú está “en contra de que las tropas turcas permanezcan de manera permanente en el territorio sirio”, al tiempo que pidió respeto a la integridad territorial y soberanía del país árabe.
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