“Nuestros aliados nos habían garantizado protección [...] pero inesperadamente y sin ningún aviso nos abandonaron y, en una decisión injusta, retiraron sus tropas de la frontera turca”, han denunciado este sábado las llamadas Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) en un comunicado.
Esta milicia kurdo-árabe denuncia la traición del presidente estadounidense, Donald Trump, que libró a su suerte a sus aliados kurdos y retiró las tropas de EE.UU. del norte de Siria, posibilitando así la agresión y posterior invasión turca.
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“Invitamos a nuestros aliados a asumir su obligación moral y a respetar sus promesas”, dice el comunicado leído en conferencia de prensa.
Nuestros aliados nos habían garantizado protección [...] pero inesperadamente y sin ningún aviso nos abandonaron y, en una decisión injusta, retiraron sus tropas de la frontera turca”, han denunciado las llamadas Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) en un comunicado.
Las llamadas FDS, desesperadas por la ayuda de EE.UU. ante la operación turca, urgen a este país a cerrar el espacio aéreo a Turquía para apoyarlas.
“No queremos que envíen soldados al frente para que pongan su vida en peligro. Todo lo que pedimos es que cierren el espacio aéreo a la aviación turca”, añade el texto.
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Pese a que EE.UU. ha dejado claro que no apoyará la intervención de Turquía en el norte de Siria, tampoco se implicará en esa operación ni mantendrá sus fuerzas en el área. Su decisión de retirar sus solados, de hecho, se puede interpretar como luz verde para que Turquía ataque a los kurdos, aliados hasta hace poco de Washington.
Las FDS han tachado de “puñalada por la espalda” la retirada de los soldados norteamericanos, pero esta no es la primera vez que Washington deja de lado a sus aliados en Siria.
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Turquía ha lanzado dos operativos en el norte de Siria desde 2016, a pesar del contundente rechazo de Damasco. La última ofensiva, iniciada a principios de 2018, permitió a Ankara y a sus aliados apoderarse de Afrin, una ciudad en el norte de la provincia septentrional siria de Alepo.
El Gobierno sirio, presidido por Bashar al-Asad, denuncia la presencia extranjera y cualquier plan para Siria sin la autorización de Damasco, e insiste en que el éxito de la vía política para la paz depende directamente de la salida del país de las fuerzas foráneas no invitadas, es decir, las estadounidenses y las turcas.
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