“La operación militar de Turquía ha causado la muerte de ocho civiles en el noreste de Siria. De esta cifra, cuatro perdieron la vida en los bombardeos contra diferentes regiones en la ciudad de Tal Abyad, en el norte de Al-Raqa. Dos personas murieron en la ciudad de Qamishli y las otras dos en la provincia de Al-Hasaka”, informó el miércoles el opositor Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).
La ofensiva turca —contra las Unidades de Protección Popular (YPG, por sus siglas en kurdo) a las que considera terroristas— ha dejado también 13 heridos entre los civiles sirios, añadió el OSDH.
A pesar de que varios países han expresado su preocupación por las consecuencias humanitarias de esta ofensiva, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, anunció el miércoles el inicio de la agresión militar contra las YPG, radicadas en el norte de Siria.
La operación militar de Turquía ha causado la muerte de ocho civiles en el noreste de Siria. De esta cifra, cuatro perdieron la vida en los bombardeos contra diferentes regiones en la ciudad de Tal Abyad, en el norte de Al-Raqa. Dos personas murieron en la ciudad de Qamishli y las otras dos en la provincia de Al-Hasaka”, informó el opositor Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).
Ayer, la Cancillería de Siria advirtió de que el Gobierno de Bashar al-Asad está decidido a enfrentar cualquier agresión turca “por todos los medios legítimos”.
Turquía ha lanzado dos operativos en el norte de Siria desde 2016, a pesar del férreo rechazo de Damasco. La última ofensiva, iniciada a principios de 2018, le permitió a Ankara y a los insurgentes que tiene por aliados apoderarse de Afrin, una ciudad en el norte de la provincia septentrional siria de Alepo.
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