Los soldados sirios han expulsado a los integrantes del grupo takfirí EIIL (Daesh, en árabe) de Nazl Hayyal, Al-Qadiri y Thaniet al-Rajma, en el oeste de Palmira, donde al menos 35 terroristas han muerto y otros 90 han resultado heridos.
Varias decenas de vehículos equipados con ametralladoras pesadas, que trataban de llegar a las zonas de combate para trasladar a los terroristas heridos, han sido destruidas durante la operación.
Asimismo, un número indeterminado de terroristas ha muerto en los bombardeos de la aviación siria en los alrededores del Palacio ََََAl-Heer (conocido también como Castillo del Este), ubicado a 97 kilómetros al noreste de Palmira.
El EIIL tomó el control de Palmira el pasado 20 de mayo y, desde entonces, en esta ciudad ha destruido varios antiguos santuarios y, recientemente, ha ejectuado a unos 25 soldados sirios.
El Frente Al-Nusra, ligado a Al-Qaeda, también ha recibido este miércoles duros golpes en el norte de la provincia de Latakia, donde al menos 50 de sus miembros han perecido en ataques de las tropas gubernamentales.
Estas ofensivas lanzadas por el Ejército sirio se producen en respuesta a la muerte de 25 de sus soldados en un atentado suicida perpetrada el martes por el Frente Al-Nusra en la ciudad de Alepo, en el noroeste de Siria.
Desde mediados de marzo de 2011, Siria lucha en solitario contra grupos armados que gozan del respaldo de ciertos países regionales y occidentales como Arabia Saudí, Turquía y Estados Unidos.
Según las estimaciones del Centro Nacional Antiterrorista de EE.UU. (NCTC, por sus siglas en inglés), más de 20.000 extranjeros, de 90 países, incluidos estadounidenses y europeos, se han unido a los terroristas del EIIL para expandir la ideología takfirí en Irak y Siria.
La violencia desatada en Siria ha provocado la muerte de más de 230.000 personas y cerca de 8 millones de desplazados internos.
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