Investigadores de la Universidad de Aberystwyth (el Reino Unido) han comenzado un estudio sobre el parásito causante de la esquistosomiasis, una enfermedad que es común en África y Suramérica pero que es posible que llegue a Europa y Norteamérica debido al cambio climático.
En sus investigaciones, publicadas recientemente en PLoS Pathogens, condujeron una serie de experimentos sobre gusanos de la especie ‘Schistosoma mansoni’, conocidos como esquistosomas, y determinaron que la proliferación exitosa de estos parásitos depende de la interacción de dos proteínas —SmMBD2/3 y SmCBX— en el interior de sus células.
Lograron determinar cómo los genes del esquistosoma que producen esas proteínas provocan que el parásito desarrollara un menor número de células madre, lo que a su vez redujo la cantidad de huevos patógenos depositados por los gusanos.
Estos resultados sugieren que las dos proteínas juegan un papel esencial [...] dado que la producción de huevos es un paso clave en la infección humana y la transmisión de la enfermedad”, afirma Karl Hoffmann, coautor del estudio.
“Estos resultados sugieren que las dos proteínas juegan un papel esencial [...] dado que la producción de huevos es un paso clave en la infección humana y la transmisión de la enfermedad”, escribe Karl Hoffmann, coautor del estudio, en The Conversation. “Este es solo un paso en lo que podría ser un camino hacia un nuevo tratamiento”, añadió.
La esquistosomiasis –conocida en muchos países como bilharzia– es la segunda enfermedad parasitaria más devastadora, después de la malaria, con más de 200 millones de personas en todo el mundo infectadas por el parásito y más de 200 000 muertes cada año por su causa, según confirma los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés).
“En esta era de viajes globales y clima cambiante, los gusanos parásitos se están moviendo lenta pero seguramente hacia partes de Europa y América del Norte”, agrega Hoffmann.
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