“A la Federación Rusa no le quedó más remedio que presentar una queja ante el presidente del Consejo de Seguridad de la ONU (CSNU) para iniciar una investigación internacional” respecto a “las actividades biológico-militares de Estados Unidos en Ucrania”, anunció el jueves el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, a través de un comunicado.
Agregó que el pedido iba acompañado de un proyecto de resolución de la máxima instancia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), lo cual cumple los requisitos del artículo 6 de la CABT (Convención sobre Armas Biológicas y Toxínicas).
El proyecto busca “establecer y enviar una comisión” para investigar las denuncias contra Washington y Kiev sobre el cumplimiento de sus obligaciones en virtud de la CABT, apostilló el embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, citado por la agencia rusa de noticias TASS. Dijo que Moscú cuenta con la adopción oportuna de su resolución.
Moscú acusa a Washington de financiar un programa de armas biológicas en Ucrania, asegurando que había encontrado pruebas al respecto en laboratorios ucranianos. Según el ministerio ruso de Defensa, el objetivo de Ucrania era “crear un mecanismo para la propagación sigilosa de patógenos mortales”.
En marzo pasado, en el inicio de la operación militar rusa en Ucrania, la subsecretaria de Estado de Asuntos Políticos de EE.UU., Victoria Nuland, admitió que Ucrania albergaba “instalaciones de investigación biológica”.
Es más, Rusia dice que actualmente los aliados occidentales están desarrollando una “bomba sucia” en laboratorios del país eslavo para usar en el suelo ucraniano y luego echar la culpa a Moscú.
El operativo ruso en Ucrania, desveló la amplia colaboración encubierta entre Kiev y Washington para desarrollar armas biológicas en laboratorios cerca de la frontera común con Rusia, lo que obligó al Gobierno ucraniano, presidido por Volodímir Zelenski, a ordenar la destrucción de patógenos en dichos centros, para que no saliera a la luz esa cooperación.
Varios documentos publicados en marzo por Moscú indicaron que EE.UU. había invertido alrededor de 32 millones de dólares en los laboratorios biológicos del Ministerio de Defensa de Ucrania en las ciudades de Kiev, Odessa, Lviv y Járkov.
mrg