El ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigu, ha aseverado este martes que los países occidentales “suministraron más de 28 000 toneladas de cargas militares” a Ucrania con el objetivo de “prolongar el conflicto” y desangrar a Rusia.
“Según la información que tenemos a nuestra disposición, algunas armas extranjeras que Occidente está entregando a Ucrania se están extendiendo por la región de Asia Occidental y también ingresando al mercado negro”, ha alertado en un discurso.
En alusión a la operación especial rusa en Ucrania, Shoigu ha subrayado que la campaña militar “continuará hasta que los objetivos establecidos por el comandante supremo en jefe [el presidente Vladimir Putin] sean alcanzados completamente”.
Las autoridades rusas han advertido en varias ocasiones a los países occidentales que las armas que entregan “sin pensar” a Ucrania, podrían caer en manos de los terroristas, pero el Occidente hace caso omiso a tales advertencias.
Desde el comienzo de la operación militar rusa en Ucrania, EE.UU. y sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) han destinado cientos de millones de dólares al envío de armas a Ucrania en su intento para derrotar a Rusia.
Sin embargo, en más de 130 días desde el inicio de su operación, los militares rusos están consolidando sus posiciones en el este de Ucrania, lo que significa que se han retirado de la región central y el norte para seguir con su objetivo principal, la “desmilitarización” de la región de Donbás, a pedido de las autoridades de esta región.
El ministro de Defensa ruso informó el domingo al presidente Putin de la liberación completa de la autoproclamada República Popular de Lugansk, luego de que las fuerzas ucranianas se retiraran de la ciudad de Lisichansk.
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