Eso mientras que ninguna de las partes se muestra dispuesta a retroceder en su presencia armada y ejercicios militares en Europa del este.
Un día después de que el embajador de EE.UU. en Rusia presentó por escrito a la Cancillería de esa nación la respuesta de Washington a las propuestas sobre garantías de seguridad formuladas por Moscú, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, ha criticado la respuesta estadounidense a sus demandas sobre la OTAN. Ha dicho que Washington no ha abordado la principal preocupación de Moscú.
Lavrov explicó que EE.UU. y la OTAN habían acordado previamente en el contexto de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, no expandirse a expensas de la seguridad de Rusia. Y agregó que el presidente Vladimir Putin decidirá los próximos pasos del país euroasiático.
Y mientras que Moscú se muestra insatisfecho con la respuesta de Occidente a sus exigencias, deja la puerta abierta. Y de nuevo, rechaza las acusaciones de los occidentales de que planea un ataque contra Ucrania.
Para un eventual acuerdo, Occidente le exige al Kremlin pruebas de que no atacará Ucrania. La Administración de Joe Biden advierte sobre drásticas sanciones personales a Putin y otros altos mandos si su Gobierno ordena agredir al territorio ucraniano. Pero ninguna de las partes parece estar dispuesta a ceder en el terreno. Mientras, la tensión aumenta.
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