“Esta histeria está siendo avivada artificialmente. Quienes llevaron a sus Fuerzas Armadas al extranjero nos acusan de alguna actividad militar inusual en nuestro territorio. Es decir, Estados Unidos”, ha señalado este domingo Dmitri Peskov.
El funcionario ruso ha tachado de ilógicas e incorrectas tales medidas agresivas de Estados Unidos y ha llamado a las autoridades del país norteamericano y sus aliados a que no se acerquen más a las fronteras rusas, argumentando que Moscú ve en ese movimiento una amenaza no solo para su seguridad, sino también de la región.
“Estados Unidos, sus aliados, deben dejar de crear un ‘puño militar’ en nuestras fronteras. Y, por supuesto, los países de la OTAN [Organización del Tratado del Atlantico Norte] deben dejar de suministrar a Ucrania armas modernas, inspirando así a Ucrania a locas acciones” para provocar a Rusia, ha agregado Peskov.
Estas declaraciones se producen después de que algunos países occidentales reclamaran que Moscú está concentrando sus tropas cerca de las fronteras de Ucrania, y también el presidente de EE.UU., Joe Biden, le dijera la semana pasada a su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, que Washington apoya inquebrantablemente “la soberanía e integridad territorial de Ucrania” frente a las acciones de Rusia en Donbás y Crimea.
Donbás es una región separatista del este de Ucrania, fronteriza con Rusia. La tensión en esta zona, escenario desde 2014 de una guerra entre el Ejército ucraniano y los independentistas, se ha disparado con acusaciones mutuas entre Kiev y Moscú de movilización de tropas y preparativos para una posible ofensiva. Kiev trata de achacar a Moscú el conflicto en esta área de su territorio.
A su vez, Rusia ha desplegado cerca de Ucrania unidades del Ejército, argumentando la necesidad de defensa y disuasión ante la amenaza de un posible ataque por parte de la OTAN y sus cómplices ucranianos.
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