“La tripulación de la fragata de la Flota del Mar Negro, Almirante Essen, realizó pruebas exitosas de disparos de artillería contra objetivos costeros, situados en el campo de entrenamiento de Opuk, en la península de Crimea”, informó el jueves la oficina de prensa de la Flota del Mar Negro de Rusia a través de un comunicado recogido por la agencia de noticias local TASS.
En la primera fase de los ensayos, detalló la nota, las unidades de artillería de la fragata pusieron en práctica sus conocimientos sobre un algoritmo de operaciones para después llevar a cabo disparos preparatorios del cañón A-190 contra objetivos costeros tanto visibles como invisibles durante la segunda fase de las maniobras.
El texto señaló también que, en una siguiente fase, la tripulación del Almirante Essen ejecutó simulacros conjuntos con los cazas de la Flota del Mar Negro para repeler el ataque aéreo de un enemigo simulado.
La fragata rusa, equipada con ocho lanzadores de misiles de crucero Kalibr-NK capaces de atacar objetivos de superficie, instalaciones costeras y submarinas a una distancia de hasta 2600 kilómetros, participa en los ejercicios que la Armada de la Federación Rusa realiza en las aguas del mar Negro en medio de la escalada con Ucrania.
Los ejercicios navales, supervisados por parte de los mandos militares rusos, responden a la escalada de tensiones que se acrecienta, a medida que Ucrania va enviando tropas, bajo el paraguas de las fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), encabezadas por EE.UU., cerca del flanco occidental de Rusia.
Las relaciones entre Moscú y Kiev se han ido deteriorando, en particular, desde que la península de Crimea se reincorporó a Rusia tras un referéndum en marzo de 2014, en el que más del 96 % de los crimeos votó a favor de la incorporación a la Federación Rusa.
Desde entonces, Rusia y el Occidente siguen sin poder superar las brechas que surgieron a raíz de esta coyuntura que condujo a Ucrania, con apoyo de sus aliados occidentales, a involucrarse en una campaña bélica contra los grupos soberanistas de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk.
En este momento, la crisis se ha reavivado por el reciente informe de Ucrania sobre la realización de unos ejercicios militares conjuntos con la OTAN, ante lo que Moscú, por proteger su soberanía, ha desplegado en los últimos días un gran número de tropas y equipos militares en su frontera occidental y ha advertido que cualquier despliegue de fuerzas de la Alianza Atlántica en el este del territorio ucraniano provocaría más tensiones cerca de sus fronteras y conduciría a una respuesta contundente por parte de Rusia.
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