• La portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova.
Publicada: viernes, 15 de mayo de 2020 15:21
Actualizada: viernes, 15 de mayo de 2020 18:05

La Cancillería rusa acusa a la OTAN de poner en marcha una campaña de desinformación contra Rusia y China por el nuevo coronavirus.

El secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, acusó el jueves a Rusia y China de difundir información “errónea y propagada” en medio del brote del coronavirus, causante de la enfermedad COVID-19, para aumentar su influencia entre los países de la alianza y la Unión Europea (UE) y “desestabilizar el orden mundial”.

La portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, por su parte, rechazó tales declaraciones, afirmando que Stoltenberg, de esta manera, pone de relieve la política de la campaña de desinformación que lanzó la alianza contra Rusia y China.

“No estoy segura, por cierto, de que el ‘orden mundial’, en el que la agencia Bloomberg publica un artículo titulado ‘Expertos quieren saber por qué el coronavirus no mató a más rusos’, esté bien”, indicó la misma jornada la diplomática rusa en su cuenta de Facebook.

 

Stoltenberg también, al referirse a la ayuda de Rusia a Italia en la lucha contra el coronavirus, dijo que Moscú convirtió esta misión en una operación propagandística, reclamando que los miembros de la OTAN hicieron mucho para organizar la ayuda mutua durante la pandemia.

En este sentido, el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, afirmó que la Unión Europea ha acusado a Rusia de desinformación pero no ha esgrimido ningún hecho concreto que sustente esa acusación.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, a su vez, ha declarado que la ayuda rusa a otros países durante la pandemia es un asunto puramente humanitario.

En medio de la lucha global contra el nuevo coronavirus, EE.UU., otro miembro de la OTAN, lanzó el pasado mes de febrero acusaciones contra Rusia, según las cuales, Moscú estaría detrás de la proliferación de información errónea sobre el brote de la COVID-19, una acusación rechazada por Moscú.

EE.UU. intenta echar la culpa de la pandemia a China, al reclamar sin pruebas que un laboratorio de la ciudad de Wuhan fue el lugar donde se creó el patógeno y que el gigante asiático no dio la información completa sobre el brote a tiempo. Sin embargo, Pekín rechaza estas declaraciones sin fundamento e indica que el origen de la COVID-19 se halla en realidad en EE.UU., desde donde el Ejército estadounidense podría haberlo llevado a la ciudad de Wuhan.

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