“La victoria en Idlib es inevitable. Rusia y Turquía no tienen intereses idénticos, y auque tenemos muy buenas relaciones con Turquía, eso no significa que debemos estar de acuerdo en todo”, ha precisado Lavrov en un discurso pronunciado este sábado en la Conferencia de Seguridad de Múnich, en Alemania.
En alusión a los avances de las fuerzas sirias ante los terroristas en Idlib, el jefe de la Diplomacia rusa ha hecho notar que Moscú y Ankara siguen manteniendo contactos sobre la actual situación en Idlib y están tratando de encontrar formas de implementar los acuerdos alcanzados el año pasado.
La próxima semana, “Rusia y Turquía mantendrán contactos a nivel de expertos, diplomáticos, militares, servicios de seguridad” con el objetivo de encontrar formas de implementar los acuerdos sobre Idlib, añade Lavrov, pero ha dejado claro que los acuerdos susodichos no implican “de ninguna manera” poner fin a la lucha contra los grupos terroristas” que se encuentran allí.
Las Fuerzas Armadas sirias emprendieron en enero una masiva operación para recuperar los últimos reductos terroristas en Idlib y Alepo. El pasado 6 de febrero, liberaron la ciudad clave de Saraqib, situada en la encrucijada de las rutas internacionales M4 (Latakia-Alepo), y cuatro días después tomaron el control de la estratégica autopista M5 (Damasco-Alepo) por primera vez desde 2012.
Moscú insiste en que la operación del Ejército sirio contra las posiciones de los extremistas en Idlib es la consecuencia lógica de la posición y medidas de Turquía, que ha incumplido su parte del acuerdo de Sochi y apoya a los terroristas.
Rusia ha revelado este mismo sábado que Turquía ha entregado decenas de tanques al grupo terrorista Frente Al-Nusra (autodenominado Frente Fath Al-Sham) en la provincia siria de Idlib.
De hecho, Rusia defiende el derecho de Siria a limpiar Idlib de terroristas y denuncia que la presencia de las fuerzas turcas en Idlib está agravando la correcta marcha de la ofensiva antiterrorista del Ejército de Siria.
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