El pasado 25 de noviembre, los guardacostas rusos interceptaron y detuvieron tres barcos militares ucranianos y a 24 marinos a bordo cuando estaban intentando cruzar el paso del estrecho de Kerch, que comunica el mar Negro y el mar de Azov, entre la península de Crimea y el sureste de Ucrania.
El Kremlin denuncia que la incursión ucraniana violó los artículos 19 y 21 de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, que reserva a los Estados ribereños la seguridad de navegación.
Un tribunal en Moscú, capital rusa, ha dictaminado este miércoles que los seis marineros arrestados deben permanecer bajo custodia hasta al menos el octubre para que se tramita el procedimiento judicial abierto contra ellos. La corte anunciará la jornada de hoy su decisión sobre el resto de los marineros.
El anuncio se produce en momentos en que se espera un intercambio de prisioneros entre Rusia y Ucrania. La semana pasada, el presidente ruso, Vladimir Putin, y su par ucraniano, Volodymyr Zelenskiy, abordaron en una llamada telefónica la liberación de los marineros ucranianos detenidos.
Moscú aboga por hablar sobre formas de facilitar el destino de los marineros detenidos o de llegar a un acuerdo sobre pasos definidos, pero enfatiza que cualquier decisión puede tomarse solo cuando termine el procedimiento judicial.
Sin embargo, los cinco países de la Unión Europea (UE) —a saber: Alemania, Francia, el Reino Unido, Polonia y Bélgica, así como Estonia— pidieron el martes a Rusia en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) la “liberación incondicional” de los 24 tripulantes y la devolución de los tres barcos.
Desde el inicio del el conflicto armado entre el Ejército de Kiev y las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk en 2004, las relaciones entre Kiev y Moscú fueran de mal en peor, especialmente tras la posterior adhesión de Crimea a la Federación Rusa por medio de una consulta popular, celebrada el 16 de marzo de 2014 en dicha región. Ucrania, que no ha reconocido la anexión, considera que la península de “Crimea es un territorio ocupado”.
Crimea tiene más de 2500 kilómetros de costa y está unida al resto del continente europeo únicamente por el istmo de Perekop, que tiene unos 8 kilómetros de ancho. En mayo pasado, Rusia inauguró un puente de 17 kilómetros de largo que une a la península con el resto del territorio ruso a través del estrecho de Kerch.
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