En declaraciones formuladas en una entrevista con la televisión estatal RT, el representante permanente adjunto ruso ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Dmitri Polianski, lamentó que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) hubiera rechazado la petición presentada por Rusia para estudiar el incidente en el estrecho de Kerch.
“Me temo que esta reacción de los países occidentales que tienen una influencia directa en Ucrania podría animar a Kiev a seguir haciendo estas provocaciones, porque durante la reunión no escucharon ningún reproche por parte de Occidente”, opinó el diplomático ruso.
El lunes, el máximo órgano de decisión de la ONU se reunió de emergencia para tratar la escalada de tensión entre Rusia y Ucrania, después de que las fuerzas rusas dispararan el domingo contra tres navíos ucranianos y los detuvieran en el estrecho de Kerch, en el mar de Azov, al acusarlos de haber violado las aguas territoriales rusas.
Polianski denunció asimismo que los miembros del Consejo de Seguridad decidieran no darle un significado real a la situación en el estrecho de Kerch, que supone uno de los episodios más tensos desde el comienzo de la crisis ucraniana en 2014 y la anexión rusa de Crimea por medio de un referendo no reconocido internacionalmente.
Me temo que esta reacción de los países occidentales que tienen una influencia directa en Ucrania podría animar a Kiev a seguir haciendo estas provocaciones, porque durante la reunión no escucharon ningún reproche por parte de Occidente”, dijo el representante ruso ante la ONU, Dmitri Polianski.
“También hay un temor a que Ucrania tome esto como una carta blanca para hacer otras acciones provocativas que amenacen no solo nuestras relaciones, sino también la situación en el mar Negro, el mar de Azov y el estrecho de Kerch”, agregó.
Moscú ha defendido las acciones de guardacostas rusos resaltando que actuaron de conformidad con la ley, aunque tachó el choque naval con Ucrania de una “provocación muy peligrosa”.
Por su parte, desde Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ha llamado a ambas partes a “contención” en el mar de Azov, donde se incrementó la tensión desde que Moscú construyó en mayo el puente de Crimea que une la península con Rusia.
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