• El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, se dirige en Moscú a diplomáticos expulsados de sus destinos por el caso Skripal, 9 de abril de 2018.
Publicada: domingo, 15 de abril de 2018 1:11
Actualizada: jueves, 19 de abril de 2018 3:34

El canciller ruso, Serguéi Lavrov, denuncia la ocultación de informes de un laboratorio federal suizo, según los cuales, en el ataque al ex espía doble Serguéi Skripal en el Reino Unido se usó el tóxico BZ, nunca producido por Rusia, pero sí por EE.UU., Reino Unido y más países de la OTAN.

“Hemos sabido que, según datos del centro suizo para protección nuclear, biológica y química de la ciudad de Spiez, sacados del análisis de muestras (recibidas de Skripal), se habían encontrado rastros de la toxina BZ y sus precursores, pertenecientes a la categoría 2 de armas químicas de la Convención de Prohibición de Armas Químicas”, ha dicho Lavrov este sábado.

Las muestras habrían sido enviadas al laboratorio de Spiez, en el capitalino cantón de Berna, por la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), que investiga el envenenamiento del exagente ruso y su hija Yulia en Salisbury (sur de Inglaterra).

El BZ es un agente neurotóxico que deja inconsciente temporalmente a la persona afectada, haciendo efecto durante hasta cuatro días, a partir de una hora o media hora después del contacto, ha explicado el ministro de Exteriores en una reunión del Consejo para Política Exterior y de Defensa ruso, citado por la agencia gubernamental Sputnik.

La sustancia, ha agregado Lavrov, ha sido usada por Estados Unidos, el Reino Unido y otros miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), pero no ha sido objeto de estudio ni por la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) ni por Rusia.

Hemos sabido que, según datos del centro suizo para protección nuclear, biológica y química de la ciudad de Spiez, sacados del análisis de muestras (recibidas de Skripal), se habían encontrado rastros de la toxina BZ y sus precursores, pertenecientes a la categoría 2 de armas químicas de la Convención de Prohibición de Armas Químicas”, informa el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov.

 

El canciller ruso ha afirmado haber recibido esta información a través de un informe confidencial del laboratorio de Spiez, según el cual habría también en las muestras el tóxico A234 (Novichok), lo que sería sin embargo extraño, dada la gran volatilidad de esta sustancia y el período de tiempo relativamente largo transcurrido entre el envenenamiento y la recogida de las pruebas.

Rusia se dispone, ha dicho Lavrov, a reclamar explicaciones sobre la omisión de los resultados del laboratorio suizo a la OPAQ, que el jueves emitió un informe sobre el caso rechazado por Moscú “hasta que los expertos rusos tengan acceso a los materiales del análisis de la OPAQ y a toda la información real que tiene Londres”.

Tras revelarse la hospitalización de Skripal y su hija a principios de marzo, Londres acusó de inmediato al Gobierno ruso de haber atacado a su exagente. Pese a no hacer pública prueba alguna, la acusación abrió una crisis diplomática que ha dado pie a la expulsión recíproca de cientos de diplomáticos y a la imposición de nuevos embargos occidentales a Rusia.

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