“Es necesario acabar con este juego irresponsable que consiste en seguir avivando la hoguera, y renunciar a la fuerza en las relaciones internacionales, para no llevar las cosas hasta una segunda crisis de los misiles de Cuba”, ha señalado Narishkin.
En declaraciones realizadas en una conferencia internacional celebrada este miércoles en Moscú, la capital rusa, el alto funcionario de Inteligencia ha indicado que el caso del envenenamiento del exespía doble ruso Serguéi Skripal y su hija Yulia en Salisbury el pasado 4 de marzo en el sur del Reino Unido es una “provocación grotesca” de los servicios de Washington y Londres.
Además, ha criticado el hecho de que varios países europeos “sigan ciegamente” a Estados Unidos y el Reino Unido en el caso del envenenamiento de Skripal, del que los británicos acusan a Rusia, según recoge la agencia oficial rusa TASS.
Narishkin lamenta que EE.UU. “intenta continuamente camuflar su burda política de imposición bajo el paraguas de la solidaridad euroatlántica o internacional” y dar una “apariencia de voluntariedad” a su forma de construir relaciones con otros países a partir de la imposición y el chantaje.
Es necesario acabar con este juego irresponsable que consiste en seguir avivando la hoguera, y renunciar a la fuerza en las relaciones internacionales, para no llevar las cosas hasta una segunda crisis de los misiles de Cuba”, dijo el director del servicio de Inteligencia Exterior de Rusia, Serguéi Narishkin.
Para probar sus afirmaciones, Narishkin ha recordado la “presión agresiva” que los embajadores y otros cargos políticos de EE.UU. y el Reino Unido ejercen sobre sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), los países de la Unión Europea (UE), así como sobre naciones asiáticas en relación del llamado caso Skripal.
En todo caso, el oficial ruso ha subrayado que “la comunidad internacional debe retornar a un diálogo sano” con Rusia para apaciguar la tensión diplomática.
El pasado 14 de marzo, Londres responsabilizó a Moscú de estar detrás del envenenamiento del exagente, por lo que, junto a otros 28 países, expulsaron a más de 100 diplomáticos rusos. Rusia, que considera infundadas estas acusaciones, respondió de manera simétrica a 25 países, al ordenar la expulsión de su territorio de 142 diplomáticos extranjeros.
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