Las intenciones de voto dan amplia ventaja a Vladimir Putin. La mayoría de los rusos elogian al actual presidente por haber devuelto la estabilidad al país tras la caótica década de 1990 por recuperar su prestigio en la era pos-Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
No obstante, los opositores acusan a Putin de haber limitado las libertades personales. Alcanzar una alta tasa de participación electoral se ha convertido en un reto para las autoridades rusas. Los críticos dicen que la participación será menor que en elecciones anteriores, ya que no se trata de una votación competitiva.
Quien sea el ganador de las elecciones gobernará en Rusia durante los próximos seis años, que estarán marcados por desafíos internos y externos como la creciente brecha entre las clases sociales y la crisis en las relaciones con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y Estados Unidos, debido a las posturas opuestas sobre el conflicto sirio y la crisis ucraniana.
xsh/nii/