Cientos de miles de franceses han manifestado su rechazo a la reforma de las pensiones que quiere imponer el Gobierno de Emmanuel Macron.
Los manifestantes denunciaron un sistema de pensiones que lo único que logrará es reducir la pensión de los trabajadores, que podrían perder cientos de euros mensuales al mismo tiempo que retrasa la edad de jubilación.
Este jueves, el 90 % de los trenes han sido anulados, el 80 % del profesorado se ha declarado en huelga con el cierre de colegios e institutos, personal sanitario de hospitales públicos y privados, estudiantes, funcionarios, y trabajadores del sector privado. La huelga general ha sido ampliamente seguida.
La reforma gubernamental, que debe ser presentada en Consejo de Ministros en las próximas semanas, ha sido la gota de agua que ha hecho desbordar el vaso de la cólera social.
La manifestación parisina ha visto incidentes con la utilización de gases lacrimógenos; cerca de un centenar de detenidos y más de 9000 controles policiales preventivos. Pero nada de todo esto ha hecho de caer la determinación de los franceses.
El éxito de la jornada de movilización es innegable y ahora la pregunta que está en labios de los cientos de miles de manifestantes es la de saber si el Gobierno ha escuchado el grito de cólera de los franceses.
Juan José Dorado, París.
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