En un diálogo interactivo mantenido el martes con el relator especial de la ONU sobre la situación de los Derechos Humanos en Irán, el representante permanente del país persa ante la Oficina de la ONU en Ginebra, Ali Bahreini, criticó duramente la intromisión de los países occidentales en abusar los mecanismos del Consejo de Derechos Humanos (CDH) para presionar la República Islámica.
Denunció que esta farsa se vuelve aún más ofensiva cuando los principales actores de la escena son Alemania y el Reino Unido, países con un oscuro historial de violaciones de derechos humanos.
Al respecto, subrayó que durante los últimos 19 meses, cuando los crímenes de Israel contra el pueblo palestino alcanzaron su punto álgido, estos dos países no solo no han tomado ninguna medida para detenerlos, sino que, con su apoyo financiero, militar y político a Israel, son considerados como cómplices de los crímenes de este régimen, por lo que deben rendir cuentas ante la conciencia de la humanidad.
“Estamos presenciando otra escena horrorosa y atroz en el Consejo de Derechos Humanos. Si bien la credibilidad mundial, especialmente en el caso de Palestina, se ha visto cuestionada debido a la violación de los derechos humanos, algunos gobiernos malintencionados tienen a Irán en la mira. Irán es una nación orgullosa con una rica historia y una firme resistencia a la injusticia”, precisó el enviado iraní.
El diplomático recalcó que Irán está comprometido con los derechos humanos, que tienen sus raíces en su religión, historia y cultura, y nunca abandonará sus creencias, su independencia y el logro de la paz y la justicia mundiales.
Refiriéndose al papel de Alemania y el Reino Unido en presentar resoluciones antiiraníes, Bahreini resaltó que estos dos países los principales violadores de los derechos humanos del pueblo iraní al impedir a los iraníes acceder a sus derechos económicos, sociales y culturales mediante la imposición de las sanciones unilaterales e ilegales, o bien, mediante la aplicación de políticas de máxima presión, poniendo peligro el derecho al desarrollo de las generaciones presentes y futuras de Irán.
“Estos países, que han revelado su total falta de honestidad y credibilidad en la llamada defensa de los derechos humanos, carecen de legitimidad para participar en el debate sobre este asunto respecto de otros países. Sólo están sembrando semillas de desesperación en el Consejo de Derechos Humanos”, remarcó.
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