Los indignados se reunieron el martes, cerca de la Casa Blanca en Washington D. C., mientras han llevado banderas y Kufiya palestina (pañuelo palestino), coreando Estados Unidos debería imponer un embargo de armas al régimen israelí y han enfatizado al fin de la ocupación de este régimen.
Los participantes portaban pancartas que decían: “Terminen con toda la ayuda estadounidense a Israel”, “Palestina libre”, “Liberen a Mahmud Khalil” y “Las bombas estadounidenses están obligando a los médicos en Gaza a realizar amputaciones sin anestesia”.
En tal sentido, altos funcionarios estadounidenses, como el miembro de la Cámara Baja, Greg Casar, y el senador demócrata, Bernie Sanders, también condenan los ataques de Israel a Gaza y exigen el fin de la ayuda militar de EE.UU. a Israel.
“No más ayuda militar a Israel”, enfatizó el representante por el estado de Vermonten en su cuenta social X.
Por otro lado, miles manifestantes han salido a las calles de Tel Aviv para denunciar el peligro que corren los retenidos en Gaza, luego de que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ordenara atacar masivamente la franja palestina.
Al respecto, las policías israelíes reprimieron una manifestación de familiares de los retenidos que exigían a Netanyahu volver a la tregua, tras nuevos ataques contra Gaza.
El ejército israelí bombardeó la Franja de Gaza la madrugada del martes, matando a más de 400 personas e hiriendo a cientos más, rompiendo un acuerdo de alto el fuego con el Movimiento de la Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) que entró en vigor el 19 de enero, según el Ministerio de Salud palestino.
Desde octubre de 2023, más de 48 500 palestinos han muerto, en su mayoría mujeres y niños, y más de 112 000 han resultado heridos en un brutal ataque militar israelí en Gaza.
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