Cuando se le preguntó en una entrevista con la AFP sobre las amenazas israelíes contra Irán, el canciller iraní, Abás Araqchi, respondió el viernes que “en primer lugar, el programa nuclear de Irán no puede destruirse mediante operaciones militares por varias razones”.
Como la primera razón, argumentó que esta es una tecnología que los iraníes han obtenido, asegurando que “no puede bombardearse” el conocimiento que está en el cerebro.
“En segundo lugar, las instalaciones nucleares de Irán están dispersas en muchas partes diferentes del país y están adecuadamente protegidas, y estamos seguros de que no pueden ser destruidas”, agregó al margen de su viaje a la ciudad saudí de Yida, donde participó en una reunión de la Organización de Cooperación Islámica (OCI).
En tercer lugar, el canciller iraní subrayó que Irán tiene “la capacidad de responder con mucha firmeza y de una manera totalmente proporcionada y equilibrada”. “Los propios israelíes saben, y otros en la región lo saben, que cualquier acción que se tome contra Irán será seguida por una acción similar contra Israel”, expresó.
Por lo tanto, Araqchi dejó claro que la amenaza de guerra contra Irán es una amenaza de la que sólo se habla, explicando que la implementación de esta amenaza sería un gran peligro y se convertiría en un incendio generalizado en la región.
El ministro de Asuntos Exteriores iraní indicó que si Israel y sus aliados estuvieran seguros de que lograrían sus objetivos mediante un ataque militar, ya lo habrían hecho, pero esa posibilidad no es factible.
Araqchi advirtió que Israel desea involucrar a los demás países de la región en una guerra.
El jefe de la Diplomacia iraní manifestó que Israel está conspirando desde hace tiempo para arrastrar a Estados Unidos a un conflicto con Irán. “Este es precisamente un plan israelí para arrastrar a Estados Unidos a una guerra, y Estados Unidos es extremadamente vulnerable si entra en una guerra en la región. Ellos mismos lo saben”, alertó.
“Creo que tanto Israel como Estados Unidos y otros son plenamente conscientes de nuestras capacidades y, por lo tanto, si prevalece la racionalidad, ni siquiera se debería conceder permiso para amenazar a Irán, y mucho menos para un ataque militar real”, sentenció.
En otra parte de sus declaraciones, enfatizó que Irán no reanudará las negociaciones con Estados Unidos sobre su programa nuclear mientras el presidente, Donald Trump, aplique su política de “máxima presión” contra el país persa.
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