Los dos mandatarios se reunieron el jueves al margen de la 11.ª cumbre de la Organización para la Cooperación Económica de los ocho países musulmanes en vías de desarrollo, el D8, en El Cairo, capital egipcia, donde revisaron las recientes medidas adoptadas para restablecer los lazos bilaterales.
Pezeshkian enfatizó la necesidad de promover la cooperación económica y las conversaciones continuas entre Teherán y El Cairo, que no han tenido vínculos políticos durante más de cuatro décadas, además de consultar los acontecimientos regionales.
El presidente del Ejecutivo iraní consideró la unidad como “la necesidad más esencial” del mundo musulmán actual, y subrayó que todos los países islámicos deben esforzarse por ampliar la interacción y el diálogo y superar las diferencias existentes, ya que estas diferencias proporcionan una base para intervenciones extranjeras.
Por su parte, Al-Sisi puso de relieve que la región de Asia Occidental se ha enfrentado a graves amenazas, en medio de los recientes acontecimientos en Gaza, el Líbano y Siria.
Calificó la última agresión israelí contra Siria de sin precedentes y expresó el apoyo de su país a la formación de un gobierno inclusivo en dicho país.
Irán y Egipto, dos países influyentes de mayoría musulmana, han experimentado relaciones tensas desde la Revolución Islámica de 1979. Una de las principales fuentes de tensión fue la decisión de Egipto de otorgar asilo al depuesto dictador iraní, Mohamad Reza Pahlaví, así como el reconocimiento del régimen israelí, a través de los Acuerdos de Camp David de 1978.
Las relaciones entre ambos países mostraron una mejora significativa después de la caída del dictador egipcio Hosni Mubarak en 2011.
Omán desempeñó un papel importante como mediador entre los dos países durante el Gobierno del expresidente Ebrahim Raisi, con la visita del Sultán de Omán, Haitham bin Tariq Al Said, a Teherán en junio de 2023, quien llevaba un mensaje de Egipto.
La trágica muerte de Raisi en un accidente de helicóptero en mayo de 2024 dio paso a unas elecciones presidenciales anticipadas, en las que el veterano legislador y exministro de Salud, Masud Pezeshkian, emergió como ganador.
Los expertos han evaluado la cumbre del D-8 como un catalizador para la reanudación formal de las relaciones diplomáticas entre Irán y Egipto.
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