“Irán no tiene ningún objetivo ni planes de lanzar un ataque cibernético. Las elecciones de Estados Unidos son un asunto interno en el que Irán no interfiere”, ha puntualizado la representación de Irán ante las Naciones Unidas en Nueva York, en un comunicado emitido este viernes.
De este modo, ha rechazado con vehemencia un informe publicado esta misma jornada en el que el gigante tecnológico Microsoft ha alegado que Irán está acelerando una actividad cibernética que parece tener como objetivo interferir en las elecciones estadounidenses de noviembre.
La misión diplomática persa ha recordado cómo “Irán ha sido víctima de numerosas operaciones ciberofensivas contra sus infraestructuras, centros de servicios públicos e industrias”. Y ha destacado que las capacidades cibernéticas de Irán son defensivas y proporcionales a las amenazas que enfrenta el país.
A finales de julio, la misión de Irán ante la ONU desestimó las acusaciones de que Teherán tenía la intención de perturbar las elecciones y afectarlas negativamente a favor de Donald Trump, el candidato del Partido Republicano.
La misión calificó la mayor parte de esas acusaciones como operaciones psicológicas para dar un falso impulso a las campañas electorales en EE.UU.
Microsoft ha alegado identificar una serie de acciones de actores cibernéticos iraníes, destinadas a avivar la división y potencialmente influir en los votantes estadounidenses, especialmente en los estados clave. Estas incluyen ataques de phishing por correo electrónico, sitios de noticias falsas y suplantación de identidad de activistas, afirmó en su informe.
Además de Irán, ha acusado a Rusia y China de estar explotando la polarización política de Estados Unidos para promover su propio mensaje divisivo en un año electoral trascendental.
No es la primera vez que desde EE.UU. acusan a Rusia, Irán y China de estar buscando influir en las elecciones del país. En los procesos electorales anteriores también han lanzado las acusaciones de este tipo que fueron rechazadas por estos tres países.
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