El 1 de abril, aviones de combate israelíes bombardearon la sección consular de la embajada iraní en Damasco, capital de Siria. El ataque dejó 13 muertos, entre ellos siete miembros del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán que se encontraban en una misión de asesoramiento en el país árabe.
El régimen israelí llevó a cabo el ataque terrorista, pasando sobre la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, que garantiza en sus artículos la inviolabilidad de los locales consulares.
De acuerdo al tratado internacional, promulgado en abril de 1961, los locales de las misiones diplomáticas son inviolables, es decir, los edificios o las partes de los edificios, sea cual fuere su propietario, utilizados para las finalidades de la misión, incluyendo la residencia del jefe de la misión, así como el terreno destinado al servicio de esos edificios o de parte de ellos.
En este marco, Irán ha prometido un castigo duro a Israel por su acometida mortal y se reserva el derecho a responder, poniendo en práctica lo anunciado hace diez años por el Líder de la Revolución Islámica.
En efecto, en marzo de 2013 el Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, dejó claro que si el régimen de Tel Aviv “comete un desatino, la República Islámica arrasará Tel Aviv y Haifa”.
⚠️❌Se cierne sobre Israel dura represalia de #Irán
— HispanTV (@Nexo_Latino) April 9, 2024
🔹En estos días recientes, todo Israel está sumido en una pesadilla, esperando el ataque vengativo iraní.
🔹Teherán promete que su represalia impondrá un daño máximo al régimen israelí.#SeArrepentirán #DuraRepresalia pic.twitter.com/WxiNNzrcHi
