“Cuando los enemigos vieron que el golpe de Estado, la guerra y los años de amenazas y políticas de terror y sanciones no han podido impedir el progreso de la nación iraní, aparente y abiertamente vinieron al campo de batalla y llevaron a cabo la conspiración para crear disturbios”, ha dicho este miércoles el jefe del Ejecutivo persa, Seyed Ebrahim Raisi.
En una reunión con el canciller sirio, Faisal al-Miqdad, en Teherán (capital de Irán), Raisi ha alertado que, de hecho, los enemigos del país persa tienen la intención de crear otra Siria en Irán; no obstante, Irán seguirá el camino del desarrollo, la justicia y la resistencia, ha asegurado.
Conforme ha subrayado Raisi, los intentos para desestabilizar Irán es una manifestación de la ira y la desesperación del enemigo por no poder lograr sus objetivos en Irán y en la región de Asia Occidental, pero “tales conspiraciones no harán vacilar al pueblo persa en sus grandes objetivos”.
Respecto a la situación en Siria, el presidente iraní ha puesto énfasis en que tras años de crisis y hacer fracasar a sus enemigos, hoy en día el país árabe cuenta con una posición con la que es capaz de fortalecer las relaciones estratégicas con la República Islámica.
A su vez, el ministro sirio de Asuntos Exteriores ha puesto énfasis en que los lazos estratégicos Teherán-Damasco seguirán profundizarse. Siria está dispuesta a extender sus relaciones y cooperaciones con Irán, ha agregado.
De igual manera, ha condenado el atentado terrorista acaecido el pasado 26 de octubre en el santuario de Shah Cheraq, en la ciudad iraní de Shiraz (suroeste), cuyo autoría fue reivindicada por la banda takfirí Daesh y dejó un saldo de 15 muertos.
“Es obvio que mientras los enemigos de las naciones regionales son derrotados en Siria, definitivamente no tendrán la oportunidad de lograr sus objetivos contra la poderosa nación de Irán”, ha puntualizado Al-Miqdad.
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