El portavoz de la Cancillería iraní, Naser Kanani, ha condenado este sábado el ataque acaecido en el barrio de Dasht-e-Barchi de Kabul, dominado por la comunidad chií Hazara, una minoría étnica en Afganistán, y ha ofrecido profundas condolencias a las familias de las víctimas y ha deseado pronta recuperación para los heridos del incidente.
“El ataque mortal contra jóvenes inocentes que habían participado en un examen es un acto atroz y contrario a las enseñanzas religiosas y principios humanos básicos”, ha asegurado el vocero para luego agregar que este crimen se considera una mancha negra en la cara de sus perpetradores y sus patrocinadores.
La misma jornada, el grupo terrorista Daesh reivindicó la autoría del ataque, que dejó al menos 35 muertos y decenas de heridos.
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