• Alena Douhan, relatora especial de la ONU, habla en una conferencia de prensa en Teherán, Irán, 18 de mayo de 2022. (Foto: AFP)
Publicada: lunes, 12 de septiembre de 2022 16:07

Una relatora especial de la ONU critica la política de sanciones contra Irán tras una visita al país persa y urge el fin de las medidas coercitivas unilaterales.

Alena Douhan, relatora especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre el impacto negativo de las medidas coercitivas unilaterales en el disfrute de los derechos humanos, hizo una visita de 11 días a Irán para familiarizarse con los impactos destructivos de las sanciones sobre el pueblo iraní.

Al final de su viaje, la alta funcionaria de la ONU ofreció un informe, tachando de “injustificadas” las sanciones unilaterales de EE.UU. contra Irán, pues afectan la salud de los iraníes.

Este lunes, el Alto Consejo para los Derechos Humanos de Irán ha publicado los aspectos más destacados del informe que presentó Douhan.

“Desde 1979, Estados Unidos ha impuesto sanciones económicas, comerciales y financieras, con una prohibición comercial integral desde 1995 y medidas significativas para aislar a Irán del sistema comercial y financiero internacional, al imponer también sanciones secundarias a entidades e instituciones financieras no estadounidenses”, señaló.

Agregó que, “desde mediados de la década de 2000, una serie de órdenes ejecutivas y leyes específicas han creado un amplio y complicado contexto de prohibiciones y restricciones, que se intensificaron a partir de 2010 y se extendieron al sector energético y otros sectores económicos clave”.

 

Además, alertó en su informe de restricciones similares impuestas a Irán por los aliados de EE.UU., incluidos la Unión Europea (UE), Australia y Canadá después de 2010.

De acuerdo con Douhan, dichas medidas han provocado “graves interrupciones y retrasos en el suministro de bienes básicos” e impedido seriamente “la participación de Irán en la cooperación internacional, incluido el pago de cuotas de membresía a organizaciones y asociaciones internacionales, el acceso a oportunidades de financiación y participación de iraníes e instituciones iraníes en programas académicos y científicos, actividades culturales y deportivas”.

En cuanto a las consecuencias médicas de las sanciones estadounidenses, explicó que, a pesar de las capacidades nacionales del país persa en la producción de 95 por ciento de sus medicinas, “las compañías farmacéuticas iraníes tienen dificultades para adquirir materias primas e ingredientes de la calidad necesaria”.

En esta línea, ofreció detalles de su visita a un centro iraní para el tratamiento de pacientes con epidermólisis bullosa (EB, por sus siglas en inglés), avisando que la instalación se enfrentaba dificultades en la adquisición de apósitos de silicona absorbente especializados que son producidos por una sola empresa en Suecia.

 

Douhan concluyó su informe pidiendo que se levantaran todas las medidas unilaterales impuestas a Irán sin la autorización del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) y cuyo uso está prohibida conforme al derecho internacional.

De igual modo, pidió a la ONU “el desarrollo de un marco conceptual para los mecanismos de compensación, remedio y reparación para las víctimas de violaciones de derechos humanos debido a las medidas coercitivas unilaterales”.

El informe en cuestión echa por tierra las afirmaciones de Washington que trata de afianzar la idea de las sanciones a Irán no afectan el comercio de artículos humanitarios y alimentos.

El país norteamericano además presiona las empresas en Europa y otras partes del mundo para que dejen de comerciar con Irán, y no le importa nada las dificultades que han impuesto dichos embargos a los iraníes en plena pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19.

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