• Retos y logros de una Revolución: Pérdidas de guerra
Publicada: domingo, 17 de febrero de 2019 15:45

La dilatada guerra de ocho años que el baasista Saddam Husein le impuso a Irán dejó a ambos países en ruinas.

Aparte de las bajas y la devastación que afectaron a millones de familias de ambos lados de la frontera, según las estimaciones, solo los gastos de la guerra superaron a los ingresos que las dos naciones percibieron de la venta de su petróleo en el siglo XX.

Algunas valoraciones lo cifran en hasta 1500 mil millones de dólares. Finalmente, la guerra terminó el 20 de octubre de 1988. Unos meses después, el fundador de la República Islámica falleció y el entonces presidente pasó a ser el nuevo Líder.

Poco después, se celebraron elecciones y Ali Akbar Hashemi Rafsanyani, que era el presidente del Parlamento, fue elegido como el nuevo presidente de la República Islámica al obtener cerca del 94 % de los sufragios emitidos.

Una vez asumido el cargo, Rafsanyani optó por el nombramiento de jóvenes ministros tecnócratas. Los planes económicos quinquenales comenzaron a surtir efecto. Fue entonces cuando se determinó que cada presupuesto anual formaría parte de un plan de desarrollo de cinco años.

Rafsanyani fue reelegido para un segundo mandato con más del 63 % de los votos. Su presidencia de ocho años se conoce popularmente como “el período de la construcción”. Su Administración trató de encarrilar la economía hacia la privatización. Comenzó a transformar los sistemas crediticios y financieros, y a poner en marcha un mercado bursátil que, por primera vez, empezó a estar operativo desde la Revolución Islámica.

Las dos Administraciones de “la construcción” facilitaron la creación de regiones de libre comercio para atraer inversión extranjera y obtuvieron préstamos internacionales para grandes proyectos. La construcción de presas, el desarrollo agrícola, la formación y el desarrollo de la industria, bajo la inmensa presión política y económica de los Estados Unidos, son parte de los aspectos más destacados de este período.

Aunque las medidas de Rafsanyani fueron muy criticadas desde un punto de vista económico por los iraníes, hicieron que pasara a ser conocido como el General de la Construcción.

oma/rba