El Ministerio palestino de Asuntos Exteriores y Expatriados ha pedido acciones internacionales para detener esta política en un comunicado publicado el sábado, donde condenó el crimen de desplazamiento forzado, que ha obligado a más de 40 000 ciudadanos palestinos a abandonar sus hogares, especialmente durante el mes sagrado de ayuno del Ramadán.
Subrayó que esos crímenes se inscriben en el marco de los planes del régimen de ocupación de Tel Aviv de consolidar su control sobre Cisjordania, incluida Al-Quds Oriental, y anexarla.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Palestina señaló que continuará vigilando el sufrimiento de los palestinos, y transmitiendo su difícil situación a través de organismos globales, comités de investigación y determinación de los hechos, relatores especiales, asistentes del secretario general de las Naciones Unidas y todas las partes internacionales.
Al mismo tiempo, pidió una intervención global genuina y seria, para obligar al régimen de Tel Aviv a poner fin a su agresión y respetar la voluntad internacional de paz.
A principios de este mes, la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados palestinos advirtió que los campos de refugiados de Yenin, Tulkarem y Nur Shams, en el norte de Cisjordania, casi han quedado vacíos de sus residentes mientras el ejército israelí intensifica sus ataques contra el territorio ocupado, expulsando a decenas de miles de personas de sus hogares.
Estas demoliciones a gran escala constituyen un nuevo patrón alarmante. Tienen un impacto sin precedentes en los refugiados palestinos y buscan cambiar permanentemente las características de los campamentos en el norte de Cisjordania, añadió UNRWA.
Desde el 21 de enero, el ejército israelí ha lanzado una agresión a gran escala contra ciudades y campamentos palestinos en el norte de Cisjordania ocupada, especialmente en las gobernaciones de Yenín, Tulkarem, Tubas y Nablus, lo que ha dejado más de 60 muertos, provocado el desplazamiento de decenas de miles y una destrucción generalizada.
De igual manera, desde octubre de 2023 las acciones del ejército israelí y de colonos ilegales han provocado la muerte de al menos 930 palestinos y casi 7 000 personas han resultado heridas en la Cisjordania ocupada.
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