• Palestinos caminan por una carretera dañada en el campo de refugiados de Yenín, en Cisjordania. (Foto: AP)
Publicada: lunes, 10 de febrero de 2025 21:29

Desde el inicio, hace tres semanas, de una ofensiva militar desplegada por fuerzas israelíes en el norte de Cisjordania, unas 40 000 personas han debido desplazarse.

Así lo ha declarado este lunes la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), al denunciar que la denominada operación “Muro de Hierro”, iniciada por el ejército israelí el 21 de enero en el campamento de refugiados de Yenín, “se ha expandido a los campamentos de refugiados de Tulkarem, Nur Shams y El Far y ha provocado el desplazamiento de 40 000 refugiados palestinos”.

La UNRWA considera que dicha ofensiva ha vaciado casi por completo varios campos de refugiados, lo que la convierte en la operación militar más prolongada en Cisjordania desde la segunda intifada.

“El desplazamiento forzoso de las comunidades palestinas en el norte de Cisjordania está aumentando a un ritmo alarmante”, remarca la agencia en su condena a la actual violencia contra ese territorio palestino.

Las agresiones militares sistemáticas y destructivas de Israel en territorio cisjordano han hecho “inhabitables” los campamentos de refugiados en esa zona. Además, destaca que durante el año 2024 más del 60 por ciento de los desplazamientos se han debido a las operaciones de las fuerzas israelíes, sin mediar ninguna orden judicial.

La UNRWA alertó que “los civiles y las infraestructuras civiles deben ser protegidas en todo momento, y añadió en su condena que el campamento de refugiados de Yenín “está vacío”, una situación que la agencia ni siquiera puede denunciar ante las autoridades israelíes debido a la ley que prohíbe al organismo, según se lamenta la organización.

También la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) ha denunciado este desplazamiento forzoso en Cisjordania, calificándolo de “espantoso”, y alegando que restringe gravemente los movimientos de los palestinos y su acceso a servicios esenciales.

“Se ha impuesto un toque de queda y las entradas al campo han sido bloqueadas por las fuerzas israelíes”, ha alertado MSF, organización que ha puesto en marcha un dispositivo de emergencia entregando a las familias desplazadas kits básicos de higiene y medicamentos.

Apenas iniciado el alto el fuego entre el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) e Israel en Gaza, el ejército israelí lanzó el 21 de enero una incursión masiva en la ciudad de Yenín, en el norte de la Cisjordania ocupada, bajo el pretexto de garantizar la seguridad de los colonos sionistas.

En Yenín y su campo de refugiados, los continuos ataques israelíes han dejado decenas de muertos y heridos, con arrestos generalizados y desalojos forzosos de familias, casas destruidas y ataques a la infraestructura civil de ese territorio. 

gec/hnb