La crisis en Gaza se ha deteriorado drásticamente desde el inicio de la genocida guerra, con un número creciente de víctimas civiles. También, el régimen ha intensificado sus bombardeos contra Beit Lahiya, en el norte de la Franja, donde según la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) solo en la última semana los ataques israelíes han matado más de 350 personas.
Los palestinos en Gaza, están agotados debido al éxodo permanente al que han sido forzados por Israel. Ellos se quejan de la falta de garantías de seguridad y piden a la comunidad internacional hacer todo lo posible para frenar el genocidio en su contra.
Ante tal coyuntura, el Municipio de Beit Lahiya ha declarado que la ciudad es una zona de desastre debido a la guerra israelí de exterminio y asedio. Los funcionarios de la ciudad exigieron la apertura de corredores seguros para traer suministros médicos, alimentos, combustible y equipo de defensa civil.
La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos, UNRWA, ha descrito las escenas en el norte de Gaza como “catastróficas”. Mientras el régimen de ocupación haciendo caso omiso a las advertencias internacionales, sigue con sus ataques mortales contra Gaza.
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