Otra marea de manifestantes inundó las calles de Tel Aviv, la capital, y Al-Quds en otro sábado de protesta contra el gabinete extremista israelí, dirigido por el primer ministro, Benjamín Netanyahu, al que acusan de haber bloqueado hasta ahora cualquier acuerdo con el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) para poner fin a la guerra de 11 meses en Gaza a cambio de la liberación de retenidos israelíes.
En Al-Quds, la multitud cercó la residencia del primer ministro y el vehículo que transportaba a Netanyahu pudo abandonar el lugar solo después de que la policía dispersara a los manifestantes.
Protesters block Netanyahu's convoy as he leaves his Caesarea home, demanding a prisoner exchange deal for Israeli captives in Gaza. pic.twitter.com/nMkUL5vytH
— Quds News Network (@QudsNen) September 14, 2024
Al menos una persona fue detenida durante las protestas en Al-Quds, donde se produjeron choques entre los manifestantes y la policía.
En Tel Aviv, también la policía atacó, reprimió a los manifestantes y detuvo a 15 personas. Muchos de los indignados portaban carteles que decían: “Traedlos a casa”, “Sellad el acuerdo”, y “Acaben con el derramamiento de sangre”.
Israeli police assault and quell anti-Netanyahu protesters in Tel Aviv. pic.twitter.com/7WmoU8ErLd
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De los casi 250 retenidos israelíes capturados por HAMAS el pasado 7 de octubre durante la operación ‘Tormenta de Al-Aqsa’, casi un centenar siguen bajo custodia de la Resistencia en la Franja de Gaza. Los manifestantes acusan a Netanyahu de no tener la voluntad para liberar a los rehenes y de anteponer sus intereses políticos —permanecer en el poder— a la vida de los retenidos.
Vale la pena mencionar que Netanyahu ha dicho que, frente a cualquier tipo de presión, ya sea interna o externa, continuará la guerra en Gaza, hasta que se alcancen “todos los objetivos”, a saber “la destrucción de HAMAS” y la liberación de los retenidos.
El premier ha dicho en repetidas ocasiones que la presión militar es la única manera de garantizar la liberación de los cautivos, a lo que rechazan los familiares de los retenidos, diciendo que la presión militar sólo ha matado a sus seres queridos y no ha logrado su liberación.
Las negociaciones para un alto el fuego que permita liberar a los retenidos se encuentran estancadas, debido a la insistencia del gabinete de Netanyahu en mantener una presencia militar en dos puntos clave de la Franja: el corredor Filadelfia, fronterizo con Egipto, y el corredor Netzarim, una ruta artificial creada por el ejército israelí que separa por la mitad el enclave palestino.
HAMAS, que responsabiliza al régimen israelí por la vida de los rehenes, ha reiterado en numerosas ocasiones que un acuerdo de alto el fuego debería incluir la retirada total de las fuerzas ocupantes del enclave.
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