Los congregados lamentan que su presidente, Joe Biden, haya recibido a un criminal de guerra en la Casa Blanca. Los detalles en el siguiente reporte.
Un apretón de manos entre dos funcionarios que tienen mucho que ver con lo que ocurre en la Franja de Gaza. El uno lleva a cabo una guerra, catalogada por muchos como un genocidio, que hasta ahora dejado más de 39 000 muertos. Y el otro le apoya con aviones de guerra, bombas, con su derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU, y con todo lo que haga falta.
Sin embargo, el apoyo de Washington al régimen de Tel Aviv ha indignado a muchos estadounidenses, que han visto durante las últimas décadas, cómo presidentes tras presidentes han emprendido guerras en el mundo en nombre de derechos humanos y de las leyes internacionales.
Los manifestantes reunidos frente a la Casa Blanca, aseguran que Netanyahu no debe estar ahí.
Pero, Netanyahu está ahí. El premier llegó a Estados Unidos, tras cuatro años, para pedir más apoyo, cuando es más que probable una escalada de tensión con El Líbano y con Yemen. Para disminuir las críticas, la Casa Blanca afirma que Biden le pidió a Netanyahu que aceptara un alto el fuego en Gaza. Y que este alto el fuego estaría cerca.
Pero Kirby se olvidó que estas brechas son demasiado enormes. Netanyahu ya dejó claro, este miércoles, en el Congreso de EEUU, que no aceptaría una tregua sin la eliminación de HAMAS. Una alternativa de Biden para posibilitar una tregua, sería la suspensión de ayudas militares al ejército israelí. Una decisión que no ha llegado durante los últimos nueve meses de la guerra. Al contrario, los manifestantes temen que Netanyahu vuelva a Tel Aviv con la promesa de más armas por parte del lobby sionista del Congreso. Estados Unidos e Israel, ambos, tienen la sangre de los palestinos en sus manos, denuncian los manifestantes.
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