Israel lanzó una ola de ataques aéreos contra la asediada Franja de Gaza el 5 de agosto que duró tres días antes de que entrara en vigor un alto el fuego negociado por Egipto.
El número de muertos por los ataques aéreos aumentó a 49, entre ellos 17 niños y más de una decena de miembros de la Yihad Islámica Palestina; cientos de personas también resultaron heridas.
Cinco niños perdieron la vida el último día de las recientes hostilidades, luego de un ataque aéreo en el cementerio Al-Faluja, en el este de la localidad gazatí de Yabalia. Inmediatamente después de este crimen, citando evaluaciones extraoficiales, varios funcionarios israelíes afirmaron que lo más probable es que los cinco fueran asesinados por un cohete fallado de la Yihad Islámica.
Sin embargo, según un informe publicado este martes por el diario israelí Haaretz, el ejército de este régimen ha confirmado que los niños gazatíes fueron asesinados por un ataque aéreo de Israel.
Las cinco víctimas se identifican como Jamil al-Din Nijm, de 3 años; Jamil Ihab Nijm, de 13 años; Muhamad Nijm, de 16 años; Hamed Nijm, de 16 años; y Nathmi Karsh, de 15 años de edad.
Niños inocentes y trabajadores fueron el objetivo principal del régimen de ocupación de Tel Aviv en la última agresión a la Franja de Gaza.
En efecto, muchos menores palestinos “no han conocido más que guerras, conflictos y violencia. La mayoría vive con el impacto psicológico a largo plazo en su salud mental”, denunció recientemente el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) afeando carnicería israelí.
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