El Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), en comunicado emitido este domingo, ha destacado la operación ‘Espada de Al-Quds’, librada el pasado mayo por los grupos de la Resistencia palestina ante los ataques del régimen de Israel contra la Franja de Gaza.
Esta operación “volteó la mesa sobre la cabeza de la ocupación porque pensaba que podía imponer nuevos hechos consumados en Jerusalén y atacar a nuestro pueblo allí reprimiéndolo y desplazándolo sin que el pueblo palestino moviera un dedo”, reza el texto de HAMAS.
El movimiento palestino también ha elogiado los sacrificios que lleva a cabo cada día la nación palestina residente en Al-Quds (Jerusalén) para defender esta ciudad santa.
En esta línea, HAMAS ha exhortado a los palestinos en los territorios ocupados a continuar su levantamiento por Al-Quds y a responder a la agresión en curso del régimen de Tel Aviv contra los habitantes de esta ciudad ocupada así como a la mezquita Al-Aqsa, también situada en Al-Quds.
De igual modo, ha instado al mundo árabe e islámico a desempeñar su papel en la salvaguardia de la identidad de Al-Quds y de la mezquita Al-Aqsa, oponiéndose a la normalización de los lazos con el régimen israelí, que justamente fue eso que “lo envalentonó para profanar la mezquita Al-Aqsa y matar a niños de Gaza”, recuerda la nota.
Desde el 10 de mayo, el mundo fue testigo de otra escalada de violencia de Israel contra los palestinos en la Franja de Gaza, en la que, según el Ministerio de Salud gazatí, 260 palestinos, entre ellos 66 niños y 40 mujeres, perdieron la vida.
No obstante, la Resistencia palestina, en el marco de la operación ‘Espada de Al-Quds’, dio una lección inolvidable y respondió con miles de cohetes y misiles a esta agresión, obligando a Israel a declarar el 21 de mayo que su gabinete había aceptado un cese el fuego “sin condiciones" con los grupos de la Resistencia palestinos en el enclave de Gaza, por mediación de Egipto.
Según la Resistencia palestina, ese paso de Israel equivalió a “admitir el fracaso y huir del campo de batalla”, donde fue humillado por los grupos palestinos más unidos que nunca.
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