Fuentes palestinas han informado este martes que las fuerzas israelíes han atacado a ciudadanos palestinos en la Puerta de Damasco —conocida por los palestinos como Bab al-Amud— en la ocupada Al-Quds (Jerusalén) e intentado expulsarlos de la zona, a fin de que los colonos israelíes comiencen la celebración de la polémica marcha de las banderas.
En este sentido, el portal palestino Arab 48 ha destacado que los efectivos del régimen de Tel Aviv han arrestado a varios ciudadanos palestinos en esta zona. Asimismo, la cadena de televisión catarí Al Jazeera, citando a la policía israelí, ha remarcado que, hasta el momento, seis jóvenes palestinos han sido detenidos.
Por su parte, el canal libanés Al-Mayadeen también ha anunciado que las fuerzas del régimen de Tel Aviv han impedido que los periodistas, incluido su corresponsal, se acerquen a los ciudadanos palestinos presentes en el lugar.
De hecho, fuentes locales han puesto de relieve que las fuerzas militares del régimen sionista han cerrado algunas carreteras a los palestinos y no les permiten la entrada.
La policía israelí ha desplegado 2000 agentes en toda la ciudad ocupada de Al-Quds para garantizar la seguridad de los manifestantes durante la marcha de las banderas, cuya realización estaba programada para el denominado Día de Jerusalén en mayo, pero se suspendió debido a preocupaciones de seguridad y las tensiones en los territorios ocupados.
El lunes, una fuente de la Sala de Operaciones Conjuntas, un grupo formado por varias facciones palestinas con sede en Gaza, afirmó que la Resistencia palestina está monitoreando lo que está sucediendo en la ciudad de Al-Quds y efectúa una evaluación continua de la situación.
La fuente destacó que la marcha puede ser el detonante de una nueva escalada de la situación en los territorios ocupados y la reacción de la Resistencia no sería diferente de la del mes pasado, pues respondería de manera aplastante y con ataques misilísticos de represalia.
Del 10 al 21 de mayo, el mundo fue testigo de otra escalada en la ofensiva militar de Israel contra la Franja de Gaza. Ante los constantes ataques de represalia de los palestinos, el régimen de ocupación de Tel Aviv aceptó el 21 de mayo “sin condiciones” un cese bilateral de las hostilidades con la Resistencia palestina, que considera la tregua un fracaso para el régimen de Tel Aviv.
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