Los cinco centenares de presos en detención administrativa han boicoteado los tribunales israelíes desde febrero, en un esfuerzo para poner fin a la norma ampliamente condenada del régimen israelí que permite la detención de palestinos sin cargos ni juicio, dijo el jueves Issa Qaraqe, presidente del Comité para Asuntos de los Presos Palestinos.
A través de un comunicado, Qaraqe anunció que los presos multiplicarán sus actos de protesta a principios de este mes de junio y realizarán una huelga de hambre generalizada, aunque no está claro exactamente cuándo comenzará.
En estas circunstancias, el funcionario palestino señala que los detenidos administrativos han hecho un llamamiento a todos los palestinos para que apoyen la huelga.
Se supone, agrega la nota, que las autoridades israelíes “ejercerán una represión sin precedentes y aislarán a los presos” con la intención de ahogar la huelga, de manera similar a como hicieron frente a otra llevada a cabo en 2017.
Según la agencia palestina de noticias Maan, se espera que la huelga sea similar a la que hicieron el año pasado cientos de presos con el lema “Libertad y dignidad” durante una semana para reivindicar sus derechos básicos como presos políticos y poner fin a las prácticas de detención administrativa, tortura, malos tratos, juicios injustos, detención de menores, negligencia médica y privación de visitas de familiares, así como el incumplimiento del derecho a la instrucción.
La “detención administrativa” es un régimen que permite mantener en la cárcel indefinidamente a los sospechosos de delitos sin que haya necesidad de iniciar un proceso judicial en su contra. El régimen de Tel Aviv se vale frecuentemente de este tipo administrativo para encarcelar a palestinos.
El derecho internacional, sin embargo, solo permite el uso de esta medida en situaciones excepcionales o de emergencia en el marco de una ocupación militar, una situación que a su vez habilita solo temporalmente.
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