Israel en diciembre de 2008 atacó desde aire, tierra y mar la Franja de Gaza. Dijo que su objetivo era destruir la infraestructura del Movimiento de Resistencia Islámica Palestina (HAMAS) que controla desde 2007 la Franja.
La ofensiva israelí dejó alrededor de mil 400 muertos, en su mayoría civiles. Fue una de las más sangrientas contra Palestina. La guerra convirtió gran parte de Gaza en escombros. Los palestinos resisten y tras 22 días, el régimen israelí tuvo que retirarse totalmente de la Franja.
Ahora, la vida en la Franja de Gaza no requiere de bombardeos para ser un desafío. Vivir en este territorio palestino se traduce en sobrevivir en la prisión al aire libre más grande del mundo. Israel mantiene desde 2007, un bloqueo total sobre este territorio, restringiendo severamente el movimiento de bienes, servicio y gente. Alrededor de 1 millón 500 mil personas sufren problemas de todo tipo, desde abastecimiento de bienes y servicios básicos hasta penurias económicas.
Y lo peor de todo, Estados Unidos decidió el jueves congelar más de la mitad de sus 125 millones de dólares de aportación al presupuesto de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (UNRWA, por sus siglas en inglés). La medida se realiza en apoyo a Israel. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) advierte que la decisión se traduce en desastre para los palestinos en Gaza.
19 de enero, día en que terminó la masacre de palestinos en la Franja tras 22 días de guerra, fue bautizado como el ‘Día de Gaza’; otra muestra de apoyo al pueblo palestino y su resistencia ante las atrocidades israelíes.
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