• Una foto tomada desde el asentamiento ilegal israelí de Guiló, en Al-Quds (Jerusalén), muestra una torre de vigilancia del régimen israelí con vistas a la ciudad palestina de Beit Yala, 7 de abril de 2016.
Publicada: domingo, 24 de julio de 2016 17:53

El proyecto del régimen israelí para construir unas 770 viviendas ha sido dado de alta este domingo por la comisión de urbanismo de la alcaldía de Al-Quds.

Esta información ha sido corroborada este mismo día por la agencia de noticias española Efe, que cita a fuentes de la alcaldía israelí, las cuales han confirmado el alta de un proyecto de 770 nuevas viviendas en una zona en territorio ocupado entre Al-Quds (Jerusalén) y Beitolahm (Belén).

"Los planes en cuestión no son nuevos y fueron aprobados hace tres años. Las recientes deliberaciones en la comisión de urbanismo municipal ha tratado aspectos técnicos para la distribución del terreno adjudicado en el proyecto que ya había sido aprobado previamente", han indicado las fuentes israelíes a la agencia española.

Los planes en cuestión no son nuevos y fueron aprobados hace tres años. Las recientes deliberaciones en la comisión de urbanismo municipal ha tratado aspectos técnicos para la distribución del terreno adjudicado en el proyecto que ya había sido aprobado previamente", han informado fuentes de la alcaldía de Al-Quds.

Aunque pretenden comenzar con 770, el proyecto en realidad comprende un conjunto de unas 1200 casas y será construido entre el asentamiento ilegal de Guiló, situado en el sur de Al-Quds ocupado, y la localidad palestina de Bet Yala, al noroeste de Beitolahm.

El terreno en el que piensan construir las viviendas se encuentra en frente de donde Israel completa estos días un segmento del polémico muro de separación de Cisjordania.

La oficina del portavoz municipal ha asegurado que "la alcaldía continúa trabajando de acuerdo al programa de desarrollo de la ciudad y continuará desarrollando Jerusalén". De hecho estos planes se suman a otros tantos llevados a cabo por el régimen israelí que han resultado en un aumento drástico del número de asentamientos israelíes en Al-Quds y la ocupada Cisjordania.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la mayoría de los países consideran "ilegales" estos edificios ya que han sido edificados en los territorios arrebatados por el régimen de Israel en la llamada Guerra de los Seis Días de 1967 y además la Convención de Ginebra prohíbe construir en territorio ocupado. 

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