Publicada: jueves, 12 de septiembre de 2024 10:30

La semana pasada, el Ejército yemení derribó dos drones estadounidenses MQ-9 Reaper en las provincias de Marib y Saada mientras llevaban a cabo operaciones de espionaje.

Por: Iván Kesic

El portavoz de las Fuerzas Armadas de Yemen, el general de brigada Yahya Sari, declaró el martes que el noveno dron había sido abatido mientras realizaba actividades hostiles en Saada.

Desde octubre de 2023, el número total de drones Reaper derribados por las fuerzas yemeníes ha ascendido a nueve, lo que demuestra la efectividad de su equipo militar.

El derribo de estos costosos drones estadounidenses evidencia que, además de perder la supremacía naval, Estados Unidos también está perdiendo la iniciativa en el aire y carece de una respuesta efectiva contra los misiles antiaéreos yemeníes.

Yemen ha lanzado operaciones aéreas y navales en la región contra el régimen israelí, Estados Unidos y sus aliados, en solidaridad con el pueblo palestino y su resistencia, prometiendo continuar hasta el fin de la guerra genocida en Gaza.

¿Qué es el MQ-9 Reaper?

Desarrollado por General Atomics y presentado en 2007 como una versión mejorada del MQ-1 Predator, el MQ-9 Reaper es un dron multifuncional pilotado a distancia utilizado por la Fuerza Aérea de EE.UU. para misiones de inteligencia, vigilancia, reconocimiento y ataques de precisión.

Es uno de los vehículos aéreos no tripulados estadounidenses más avanzados, equipado con un sistema de radar de última generación, cámaras de alta resolución y sensores capaces de cubrir un área de 360 grados.

Sus sensores incluyen infrarrojos, cámaras diurnas y designadores láser, y puede transportar hasta 1700 kg de carga útil, incluyendo misiles aire-tierra AGM-114 Hellfire II, misiles aire-aire AIM-9 Sidewinder y bombas guiadas por láser GBU-12 Paveway II.

El MQ-9 tiene una longitud de 11 metros, una envergadura de 20 metros, una autonomía de vuelo de aproximadamente 2000 kilómetros, puede alcanzar altitudes de hasta 15 000 metros y una velocidad máxima de 310 km/h.

Está diseñado para operar en condiciones climáticas adversas y puede volar hasta 27 horas, transmitiendo datos a múltiples aeronaves o ubicaciones terrestres, y además de ser pilotado a distancia, también puede operar de manera autónoma.

Aparte de Estados Unidos, este dron está en servicio en Reino Unido, Francia, Italia, España, Polonia, Países Bajos, la India y Japón. También se han firmado acuerdos de exportación con Canadá, Grecia y los Emiratos Árabes Unidos. Hasta ahora, el fabricante ha generado entre 10 y 15 mil millones de dólares en ventas.

La Fuerza Aérea estadounidense opera estos drones desde varias bases aéreas en la Península Arábiga, y en la mayoría de los casos, los drones que operan sobre Yemen despegan de las bases aéreas de Chabelley y Lemonnier en el cercano Yibuti

La razón oficial para operar en Yibuti es la supuesta “lucha contra la piratería y el terrorismo”, pero la verdadera motivación es el control de África Oriental y Asia Occidental, especialmente el estratégico estrecho de Bab El-Mandeb.

El papel de Estados Unidos se ha visto reflejado durante la agresión contra Gaza, cuando al menos seis drones MQ-9 Reaper sobrevolaron la Franja de Gaza para apoyar a Israel en sus esfuerzos de reconocimiento.

Además, sus vuelos sobre Yemen a menudo han coincidido con ataques aéreos angloamericanos sobre el país, situación que ha persistido en los últimos tres días.

El MQ-9 Reaper, junto con su estación de control, misiles y otros equipos, está valorado en 30 millones de dólares, lo que significa que, hasta ahora, se han perdido drones por un valor mínimo de 360 millones de dólares solo en Yemen.

Cronología de los Derribos de Drones MQ-9

Durante la guerra en Yemen, el país ha derribado tres MQ-9 Reaper estadounidenses, uno en octubre de 2017 y dos más en junio y agosto de 2019. Desde el inicio de la agresión genocida contra Gaza, se han producido nueve derribos adicionales.

El primer MQ-9 Reaper fue abatido el 8 de noviembre de 2023 mientras realizaba actividades hostiles y de reconocimiento sobre aguas territoriales yemeníes como parte del apoyo militar estadounidense a la entidad sionista.

Las Fuerzas Armadas yemeníes confirmaron en un comunicado que el dron fue derribado con un “arma adecuada”, afirmando su derecho legítimo a defender el país y contrarrestar amenazas hostiles.

“Podemos confirmar que un avión militar teledirigido estadounidense MQ-9 fue derribado”, comentó un alto funcionario de defensa de Estados Unidos, alegandoo que se encontraba en “espacio aéreo internacional sobre aguas internacionales frente a la costa de Yemen”.

El segundo dron fue derribado el 19 de febrero de 2024. Imágenes difundidas por medios militares mostraron un seguimiento preciso y el impacto directo de un misil tierra-aire de fabricación local, provocando que el dron cayera en llamas y escombros.

Inicialmente, los funcionarios estadounidenses no estaban seguros de si el dron había sido derribado o se había estrellado por sí mismo, pero posteriormente admitieron que un misil tierra-aire yemení, cerca del puerto de Al-Hudayda, lo derribó.

El tercer MQ-9 Reaper fue derribado el 26 de abril, según fuentes militares yemeníes, en los cielos de la provincia de Saada mientras llevaba a cabo misiones hostiles.

El portavoz del Departamento de Defensa de EE.UU. intentó minimizar el incidente, alegando que el dron “se estrelló y la investigación está en curso”, sin proporcionar detalles adicionales.

Sin embargo, las fuerzas yemeníes publicaron imágenes que muestran el lanzamiento del misil y el derribo del dron, con el camarógrafo coreando consignas del movimiento de Resistencia yemení Ansarolá.

Mayo resultó ser el mes más crítico para los estadounidenses, con la pérdida de tres MQ-9 Reaper. El primero, el 16 de mayo, fue atacado sobre la provincia de Marib. El general de brigada Sari indicó que el dron fue abatido con un misil tierra-aire de fabricación local.

Otro derribo ocurrió el 21 de mayo en los cielos de la provincia central de Al-Bayda, y el tercero el 29 de mayo sobre la provincia de Marib.

Los funcionarios estadounidenses se han mostrado reacios a reconocer estos derribos, a menudo minimizando su impacto y manteniendo en silencio algunos incidentes.

Los informes procedentes de Yemen no fueron cuestionados debido a la evidencia material que presentaron, incluyendo fotografías y grabaciones. En el último incidente, un dron fue derribado en el desierto, en un estado casi intacto.

Las imágenes documentaron el seguimiento y monitoreo del dron, seguido por el lanzamiento de un misil tierra-aire de fabricación local que impactó directamente en el objetivo, provocando su caída.

El séptimo misil tierra-aire, de fabricación local, fue derribado el 4 de agosto mientras realizaba actividades hostiles en los cielos de la provincia de Saada. Tras el incidente, fuentes locales publicaron una galería de fotos del siniestro.

En cuanto a los dos últimos incidentes, el octavo dron fue derribado el 7 de septiembre sobre la provincia de Marib, y el noveno el 10 de septiembre sobre la provincia de Saada.

Los disparos fueron anunciados por el vocero de las FF.AA. de Yemen, quien, al igual que en los casos anteriores, subrayó que estas operaciones estaban orientadas a apoyar a la nación palestina y la Resistencia en Gaza.

Lecciones aprendidas

Los nueve derribos del MQ-9 Reaper comparten similitudes en términos de operaciones de reconocimiento del enemigo, las armas utilizadas por Yemen y las reacciones oficiales de ambos lados.

En todos los casos, los MQ-9 Reaper fueron abatidos en el espacio aéreo yemení, sobre su territorio o aguas, como lo demuestran las imágenes de los restos.

No se trató de impactos aleatorios de cañones antiaéreos, sino de misiles avanzados, descritos por fuentes militares yemeníes como “armas adecuadas” o “misiles aire-aire”".

El MQ-9 Reaper, aunque no tiene un diseño furtivo, cuenta con sistemas avanzados de guerra electrónica para bloquear radares y misiles antiaéreos, lo que hace que cada derribo sea una vergüenza significativa.

La vergüenza se incrementa al considerar los doce derribos ocurridos únicamente en Yemen, un país que no dispone de los sistemas de defensa aérea más avanzados y que, muy probablemente, emplea misiles merodeadores con guía infrarroja u óptica para abatir los MQ-9 Reaper.

Los funcionarios estadounidenses intentaron menospreciar esta humillación mediante declaraciones repetitivas y estereotipadas, que los medios occidentales difundieron hasta que las fuentes yemeníes presentaron pruebas claras e irrefutables.

En todos los casos, las declaraciones oficiales comenzaron con afirmaciones sobre una “caída por causas desconocidas” y continuaron con la descripción de “disparos no provocados”, supuestamente “fuera del territorio yemení”, sin contar aquellos incidentes que permanecieron completamente encubiertos.


Texto recogido de un artículo publicado en PressTV.